Para este año la tendencia natural se impone en estos ambientes por materiales como el porcelanato, que logró gracias a los avances industriales y tecnológicos imitar a la perfección la madera, con sus marcadas vetas que dan textura a pisos y paredes –por ello ahora es posible ver duchas que parecen estar cubiertas por madera, algo impensable años atrás–. De igual manera, la corriente minimalista y zen toman mucha fuerza, ambas tienen un objetivo: que el baño sea un espacio para relajarse.
En cuanto a colores, el blanco y el negro, con sus escalas, continúan con fuerza, se podría decir que el tema de la pulcritud, que todo se vea impecable, siempre es importante –más en un ambiente como el baño–.
Pero más allá de las tendencias en interiorismo, la tecnología es uno de los factores más relevantes al momento de remodelar o diseñar un baño. En la actualidad, es indispensable tener propuestas ahorradoras de agua en griferías para duchas, tinas y lavamanos, sin olvidar los sanitarios. Sin embargo, este punto está más interiorizado tanto en usuarios como en las firmas productoras, por lo cual no es extraño encontrar diversas propuestas en el mercado.
No obstante, compañías como la empresa norteamericana American Standard van más allá: “la tecnología está pensada para facilitar el uso de los productos por parte de los usuarios, hay que dar tranquilidad y comodidad. Por ejemplo el año entrante vamos a lanzar un sanitario touchless, en el cual para generar la descarga solo se tiene que pasar la mano por un sensor, su diseño ya no presenta una palanca”, explica Catalina González, gerente de categoría de American Standard.
Y este es solo uno de los nuevos aspectos que presenta el mercado, con ejemplos como sanitarios que tienen un sistema que permite levantar la tapa por medio de sensores, calentar la misma a una temperatura determinada –perfecto para los días de mucho frío– y, además, presentan opciones como bidé incorporado.
En cuanto a duchas, existen con pantallas táctiles que permiten regular la temperatura del agua y memorizar las preferencias del usuario –así se desperdicia menos agua, como pasa con las manuales mientras la persona busca el punto exacto–; e incluso con cabezales con altavoces inalámbricos incorporados. También hay opciones para crear un spa en casa, “tenemos por ejemplo regaderas de diámetro amplio para mayor cobertura…, la idea es llevar la naturaleza al baño, hay chorros tipo cascada, lluvia o algunos más fuertes, dependiendo de la necesidad del usuario”. Así, el baño deja de ser ese espacio utilitario para convertirse en uno de los protagonistas del hogar, donde cada persona puede relajarse y desconectarse por unos instantes del ajetreo mundano.