En esta ocasión la curaduría de la trienal, la más grande e influyente de la región nórdica, corrió por cuenta del colectivo belga Rotor que ciñéndose a sus principios de preservar y proteger el medio ambiente eligió como tema central la exploración de las posibilidades de hacer arquitectura y urbanismo buscando soluciones sostenibles.
La inquietud del colectivo estaba en cómo atraer a una gran audiencia que se interesara por la feria y llevar las cosas más lejos para marcar una diferencia con fundamento; la respuesta: “la reutilización de materiales es por encima de otras estrategias, una de las más interesantes”, asegura este colectivo para el que la investigación relacionada con el reciclaje de materiales se ha convertido en una de sus fortalezas.
Las piezas exhibidas están cuidadosamente dispuestas: por un lado se encuentran los principales proyectos de sostenibilidad de finales de 1960 hasta la actualidad, y por el otro están varias agrupaciones con temáticas y propuestas más pequeñas pero de igual impacto. Entre los expositores están Foster + Partners con su modelo de sustentabilidad, Masdar City, un ejemplo de ciudad en sintonía con su entorno y Bjarne Mastenbroek y Christian Müller, ganadores del premio Wallpaper 2011 por su residencia Villa Vals, un refugio integrado a la montaña y orientado para captar de la manera más eficaz la luz natural. Su diseño inusual y moderno son una muestra de que se puede hacer excelente arquitectura sin dañar la naturaleza.
Entre la programación habrá dos espectáculos más, eventos y conferencias, todo sincronizado para construir un futuro comprometido con el planeta.
Sustentabilidad y diseños amigables con la naturaleza se toman la quinta edición de La Trienal de Arquitectura de Oslo que se extenderá hasta el 1 de diciembre.