Al inicio de su carrera, Santiago Cárdenas decidió pintar aquello que estuviera allí, a la mano, frente a sus ojos en la cotidianidad. Por ello, sorprendió al pintar con sofisticadas técnicas clásicas, elementos comunes como tarros, tazas, enchufes, pisos, espejos, cables, ropa, que al parecer no tenían valor alguno para quien las observara.
Ha realizado más de cuarenta exposiciones individuales y participado en muestras colectivas entre las cuales se destacan la Bienal Internacional de Medellín, 1973 (Primer Premio de Pintura); la Bienal de Sao Paulo en 1977 donde recibió una mención especial; Recent Acquisitions, The Museum of Modern Art N.Y. 1977: The Latin American Presence, 1920-1970, Bronx Museum of the Arts, N.Y. 1988; Art in Latin America, The Hayward Gallery, Londres 1989.
Según Ana María Lozano, “la obra de Cárdenas es constatativa. Constata la existencia, el ser ahí, el momento histórico, lo pasajero que ese momento es; su posible banalidad pero igualmente, como dice Maurice Blanchot, su profunda significación. Se ocupa de enchufes, cajas de cartón, pizarras, floreros, ganchos de ropa, repisas, paraguas, pantalones, planchas. Retrata las cosas más comunes, las más prosaicas y mustias que acompañan el día a día, tras las cuales, siguiendo al filósofo francés, pues así lo creemos, se esconde lo más significativo, lo determinante, los pequeños micro-componentes que constituyen las prácticas de nuestro habitar, de nuestro discurrir por los espacios, entre los artefactos y objetos en nuestro específico momento histórico”.
Sala De Arte Fundacion Cardioinfantil / Galeria La Cometa
Calle 163A #13B-60.
Bogotá.