La Casa Club La Pedrera es un edificio que alberga la casa club del desarrollo Cola de Lagarto, ubicado a las afueras de la ciudad de Atlixco, México, en el estado de Puebla. El entorno donde se desarrolla el proyecto se encuentra en la Sierra del Tentzo, una zona caracterizada por su vegetación semidesértica, compuesta principalmente por acacias, yucas y pastos silvestres.

El proyecto, por la firma Taller Ezequiel Aguilar Martínez, se apropia intencionalmente de una de las colinas del desarrollo. Desde allí, no solo se pueden apreciar los campos de golf, sino también las imponentes montañas que marcan el inicio de la cordillera, así como el valle de Atlixco y los majestuosos volcanes Popocatépetl e Iztaccíhuatl.

Este entorno sirve como punto de partida para el planteamiento del proyecto, que responde a una planta circular que permite la apertura a todos los puntos mencionados. Además, concentra los espacios destinados a las actividades de la casa club, como el restaurante, las salas de ocio, los baños y el equipamiento en general.

Conceptualmente, la obra se resuelve mediante una serie de pieles concéntricas agrupadas en torno al espacio central que constituye el corazón del lugar, y donde se ubica un espejo de agua.

Detalles del diseño del edificio

La piel exterior, que representa el primer elemento de contacto visual y táctil con los usuarios, está definida por una serie de muros curvos forjados con piedra de la región. Estos elementos emergen del terreno en sus diferentes topografías y sirven de soporte estructural para la plataforma donde se ubica la mayor parte del programa arquitectónico, ubicada a un nivel que permite que otra parte del edificio se ubique bajo tierra, aprovechando la topografía de la colina.

Así, todo el programa se resuelve en la planta baja y el sótano, dejando la losa de acceso como un espacio de observación de 360 ​​grados, donde se asignó un área para usos múltiples de carácter temporal. Un corredor perimetral externo se ubica entre la piel exterior y el segundo anillo. Este corredor sirve como balcón para el restaurante, así como área de servicio en otras áreas privadas del programa. 

Este anillo, compuesto por una fachada acristalada, permite la integración de los espacios interiores en el contexto, logrando una iluminación óptima. Entre esta segunda piel acristalada y el tercer anillo interior, se dispusieron las áreas específicas requeridas por el programa.

El corazón del edificio está enmarcado por un gran óculo en la losa de hormigón, que permite resaltar los elementos del paisaje, indicando sutilmente la presencia de la propiedad en el lugar.

Parte fundamental del concepto del edificio fue mantener una escala respetuosa con el contexto y una materialidad que le permitiera integrarse con la pátina del lugar. La piedra de la región, el hormigón visto en losas y muros, con acabado de tepetate (piedra de la región), envejecerán con dignidad, integrándose al edificio en el contexto.