Una oda a la verticalidad: un terreno estrecho con una casa dinámica y luminosa
Vía V2com / septiembre 2 - 2025

En un terreno inclinado en el extremo este de Toronto, Canadá, esta casa unifamiliar de cuatro dormitorios se encuentra enclavada en una hondonada con pronunciadas pendientes que suben hasta el patio trasero y dan al otro lado de la calle.

El estudio canadiense Reigo & Bauer diseñó esta construcción desde cero utilizando maniobras geométricas para aprovechar al máximo la estrechez del terreno y crear una estructura atractiva. La forma alta y vertical del edificio evoca los viejos árboles que se alzan sobre las casas a medida que ascienden por las colinas a ambos lados.

Su exterior está revestido casi en su totalidad con tejas grises en forma de diamante, que se extienden desde los muros sobre la puerta del garaje y el tejado, creando un volumen coherente. Una parte de la envolvente se ha recortado en el lado sur, lo que permite la instalación de escaleras que conducen a la puerta principal y ventanas adicionales en los laterales de los ventanales formados por este retranqueo parcial.

Estas se orientan entre sí, en lugar de dar a la propiedad vecina, y aportan mucha más luz al centro de la casa, cumpliendo con las restricciones urbanísticas. Una parte del alzado sur se encuentra retranqueada respecto a la fachada principal y se realza con paneles de hormigón blanco que se extienden hasta la línea del tejado y se curvan sobre los escalones de entrada, protegiendo así el acceso desde la fachada principal.
Detalles en el diseño de la casa
El juego con geometrías sencillas para lograr resultados inesperados —un as habitual en Reigo & Bauer— también se refleja en la cubierta, compuesta por facetas triangulares que conectan diagonalmente los picos descentrados desde la fachada principal hasta la trasera. Ventanas estrechas y escalonadas en las fachadas frontal y trasera, más cortas, permiten la entrada de abundante luz natural, a la vez que mantienen la privacidad de los residentes.

En el comedor, que da a la calle, estas ventanas se elevan por encima del plano del techo para una mayor acentuación vertical. Mientras tanto, en la parte trasera, el techo del salón se curva y se inclina hacia arriba para dar cabida a las ventanas alargadas, atrayendo la mirada hacia la colina boscosa que hay detrás de la casa.

Estos ingeniosos gestos hacen que las habitaciones parezcan mucho más altas, sin restar espacio a la planta superior. En la planta de entrada, un bloque central alberga un aseo, una despensa y un trastero orientados a dos lados.

Esto ayuda a dividir y organizar los espacios a su alrededor, que se integran sin necesidad de puertas. Mientras tanto, la cocina ocupa el espacio entre el comedor y la sala de estar, y cuenta con gabinetes y superficies blancas minimalistas que le dan una apariencia limpia y sobria.

En esta obra una pared verde tenue separa la cocina de la escalera, pero un par de huecos en forma de píldora entre los armarios ofrecen visibilidad y luz natural tanto a la planta alta como a la baja. Un espejo de forma similar en el centro refleja la cocina, creando un divertido efecto visual.

La pared verde se extiende hasta convertirse en una sólida barandilla para el pasillo de la planta alta, con claraboya, que conecta dos dormitorios en la parte delantera y la suite principal en la trasera. Hay un dormitorio adicional en el sótano, detrás del garaje.

Otras superficies verticales coloridas se encuentran en la sala de estar, donde una pared está pintada de un rosa pálido y el baño de la suite principal, que presenta un tono ligeramente más oscuro, cercano al terracota. La mayoría de las paredes restantes son blancas, y los suelos son de roble claro, lo que ofrece a los clientes un fondo neutro para añadir sus toques con alfombras y muebles llamativos.

Detalles sutiles, como la repetición de lámparas esféricas tanto en el interior como en el exterior, contribuyen a la coherencia del proyecto. Al tener control total sobre la arquitectura de una vivienda, como en este caso, Reigo & Bauer demuestra una astuta comprensión del espacio tridimensional y la capacidad de manipularlo con precisión para optimizar al máximo las condiciones ofrecidas. El resultado es un exterior único en la calle, pero que aun así resulta apropiado para su entorno, e interiores que transmiten dinamismo y equilibrio.