Estas piezas artesanales de Boyacá son una oda a la historia, el arte y la tradición
Natalia Pedraza Salamanca, periodista de AXXIS / agosto 13 - 2025

Andrea Carolina Barajas Gálvez, comunicadora social y periodista, con un máster en Fashion & Luxury Brand Management del Istituto Marangoni de Milán (Italia), está detrás de la historia de Noru. Su visión se materializa en piezas que no solo decoran, sino que conmueven.

“Crear una marca de lujo es algo con lo que he soñado desde niña”, recuerda Barajas. Pero fue durante su paso por Europa cuando todo empezó a tomar forma. La inspiración surgió del legado artesanal de su tierra: Boyacá. “Quería que la firma fuera una representación de lo que soy, de lo que me inspira… pero sin perder el valor agregado de los artesanos”, comenta.

Este es un estudio construido por años de observación, aprendizaje y sensibilidad estética. Su nombre es un tributo íntimo: fusiona los apellidos maternos de los padres de su fundadora: Nova y Rugeles. Y desde sus inicios, en 2022, ha buscado revalorizar el trabajo de los artesanos; por eso, colabora directamente con artistas de Boyacá y México.

El diseño de las piezas de Noru

Uno de los pilares de la firma es la conexión emocional y profesional con los artesanos. “En cada objeto contamos la historia de cada familia, muchas encabezadas por mujeres que han heredado su saber y lo han protegido con valentía”. En esta forma, la relación entre la marca y cada uno de sus colaboradores es dinámica; ellos comparten sus técnicas, mientras Noru los lleva a explorar nuevas opciones creativas.

Cada colección parte de un proceso riguroso: inspiración, color, diseño y producción. Todo pensado para lograr “piezas minimalistas, elegantes, que cautivan por sí solas y pueden pasar de generación en generación”.

Los materiales elegidos refuerzan esa búsqueda de autenticidad y de permanencia. En Boyacá, los objetos se trabajan con fique, paja y cobre, mientras que en México lo hacen con algodón e hilos teñidos naturalmente. “Elaboramos los productos mediante procesos artesanales que garantizan la calidad, durabilidad del color y respeto por el entorno”, explica Barajas.

Su pieza insignia es el jarrón Étoile. Con presencia en los ámbitos nacional e internacional, Barajas proyecta a Noru en mercados físicos en Europa, especialmente Francia, y planea expandir su catálogo, integrando nuevas colaboraciones con artesanos de Latinoamérica.