Manuela Gómez, una diseñadora industrial que incursiono en el mercado de la decoración en la cuidad de Bogotá en el 2013, cuando comenzó a moldear platos que simulaban encajes. Poco a poco su técnica se fue depurando y su clientela aumentando.
Gracias a la gran acogida que tuvo su primer intento, la diseñadora monto su propio taller desde donde hoy, produce por pedido una versión perfeccionada de cerámica hecha a mano inspirada en la casa de la abuela, la fraternidad, los linos, encajes y la cristalería.
La colección esta disponible en su versión original blanco marfil, negro, verde menta y palo de rosa.


