Una casa armonizada por el mar de Córdoba que se levanta sobria y homogénea
María Juanita Becerra / enero 1 - 2025

Esta casa, entre vintage y contemporáneo, reúne elementos disímiles con el propósito de “mantener el espíritu de autenticidad de quien habita los espacios”, una premisa que la diseñadora Miriam Márquez, responsable del proyecto, persigue a lo largo de su obra.
En este caso en particular, la diseñadora no solo debía materializar el espíritu de sus habitantes, sino armonizar con el entorno natural: las playas del golfo de Morrosquillo, en el municipio de Moñitos (Córdoba).

De ahí que su autora haya concebido una propuesta basada en prismas rectangulares abiertos hacia el exterior, configuración que contribuye a la ventilación cruzada, al tiempo que establece una conexión directa con el paisaje.
La arquitectura de la casa
Así mismo, la cubierta, inspirada en las construcciones vernáculas de la zona, está revestida con palma, y tanto los pisos como las paredes son blancos para disminuir el calor y crear una imagen sobria y homogénea. “En medio de una naturaleza selvática, que limita con el mar, esta casa se levanta sólida y discreta”, señala Miriam.

La habitación es un reflejo de esta esencia, que es también la esencia de sus dueños. Su lenguaje es ecléctico; combina piezas de anticuario, como el diván, y una consola elaborada por la arquitecta usando madera reciclada. Un toldillo blanco, que descuelga del techo, rememora las habitaciones de finales del siglo XIX, mientras los cuadros aportan toques de color y terminan por crear una imagen singular.
En palabras de Miriam, es “una anarquía organizada, donde todo transcurre de una manera muy simple. Se diseñó para vivir en estrecho diálogo con la naturaleza, y ese es, desde mi perspectiva, el verdadero lujo”.