Arquitectura fragmentada: este es el nuevo y sorprendente edificio de Ciudad del Río, Medellín
Fotografía: Mateo Soto / marzo 23 - 2021
El diseño arquitectónico de la sede del Fondo Inmobiliario Colombia –FIC48– en Ciudad del Río, Medellín, a cargo del departamento de diseño de la firma AIA –con la colaboración del arquitecto William Castañeda, de Área 4 Arquitectos– está planteado como dos torres enfrentadas que configuran una puerta urbana al sector.
La primera –ya finalizada– tiene 22 niveles y cuenta con áreas privadas para oficinas, auditorio, terraza descubierta, salas de reuniones, ambientes de esparcimiento, comedor, zona de cocina y parqueaderos. Para la etapa de planeación, las interventorías preoperativa y técnica de toda la construcción, y la supervisión técnica obligatoria por la norma NSR-10 contaron con la compañía Intervé.
Este edificio cuenta con oficinas desde 350 metros cuadrados hasta plantas completas de 1.500, repartidas en dos volúmenes independientes unidos por una circulación vertical y de servicios. Gracias a esta estrategia, los ambientes interiores tienen tres fachadas que mejoran las condiciones visuales al exterior y la iluminación natural. Esta distribución permite fraccionar las áreas fácilmente, lo que genera mayor eficiencia y flexibilidad. Partir el volumen en dos hace que el edificio se perciba como dos torres unidas, esbeltas y ligeras, en contraposición a la gran masa que en realidad tiene la edificación. Sus fachadas están protegidas por cortasoles acristalados que restringen la entrada de calor –permitiendo una buena transmisión de luz– para así tener confort interior y mejorar la eficiencia en la economía de consumos energéticos. “Hicimos un diseño a la medida, tanto para estos cortasoles como para la fachada vidriada”, explica Sergio Jaramillo, gerente de especificaciones de la compañía Alumina.
Esta piel de las fachadas constituye la imagen más reconocible de la edificación, pues está fraccionada y cambia de ritmo verticalmente, de tal manera que la apariencia de la torre se transforma según el ángulo desde donde se mire, dado que la luz se refleja de formas diversas sobre los cortasoles y su serigrafía. “Su gran virtud es proporcionar un control solar y, a la vez, permitir la visión al exterior”, comenta Jaramillo. FIC48, erigido en plena pandemia –con las restricciones que esto traía–, “fue un proceso coordinado y eficiente, basado en nuestra experiencia de más de 30 años –explica Luis Gabriel Soto, director de obra de Ménsula, empresa que estuvo a cargo de la construcción–. Cumplimos todos los requerimientos técnicos, de diseño, de presupuesto y tiempo, utilizando nuevas tecnologías y metodología BIM.
Además, llevamos a cabo procesos en construcción para cumplir con las condiciones para obtener la certificación LEED Core and Shell, Leadership in Energy & Environmental Design del USGBC”. Este proyecto está ubicado muy cerca del río Medellín. “En general, las edificaciones de esta zona tienen un solo sótano, porque a medida que se hace la excavación se encuentra el nivel freático, a los cuatro metros, más o menos –agrega Luis Gabriel Soto–. Otro tema por resaltar son las zapatas que tuvimos que realizar, con 45 metros de largo, la longitud total del costado orienteoccidente del edificio. Su vaciado, también bastante complejo, lo ejecutamos en tres tramos”. Esta obra no fue la excepción del sector: solo tiene un sótano, situación que llevó a los arquitectos a componer una plataforma de estacionamiento de varios pisos, ventilados e iluminados naturalmente, condición que contribuye a la sostenibilidad ambiental del proyecto, pues elimina sistemas mecánicos de extracción y renovación de aire.
Sobre la cubierta de dicha plataforma ubicaron la mayor parte de los servicios comunes: terrazas arborizadas, auditorio subdividido y áreas de alimentación para los empleados, estipuladas como zonas de ocio, interacción y pausa activa para que los colaboradores que ocupan las oficinas puedan adelantar en este sitio un trabajo informal y relajado, tipo coworking.
En la terraza del piso 19 contaron con el apoyo de la compañía Arkos Sistemas Arquitectónicos, que suministró su producto Arkodeck E para pisos exteriores, en referencia WPC –Wood Plastic Composite–, para crear los decks. Este es un material texturizado y embozado –con una resina protectora–, fabricado con residuos de la industria maderera –ideal para certificaciones tipo LEED–, que imita a la perfección la madera, incluso sus vetas. Gracias a sus componentes es perfecto para la intemperie, ya que no requiere de mantenimiento y es resistente al impacto, la abrasión y el desgaste.
Con un total de 22 niveles, todos los baños de esta torre cuentan con divisiones de acero inoxidable hechas por la compañía Socoda. “El producto que instalamos tiene anclaje a piso, pensado para alto tráfico. Además, su limpieza resulta muy sencilla, ideal para esta época”, indica Olga Patricia Medina, directora del canal constructor de la empresa.
Como punto diferenciador, estas divisiones –producidas en Guarne, Antioquia– están rellenas de poliuretano, no son huecas, lo que las hace más resistentes. En el primer piso de la edificación ubicaron el perímetro comercial y el gran lobby, con car lobby, arborización interior y mobiliario urbano, que va de esquina a esquina del predio y genera una integración visual entre interior y exterior.
Este espacio permite un acceso diferenciado a cada uno de los corredores de ascensores de las dos secciones de la torre, lo que ofrece una mayor eficiencia del tráfico vertical al atender de forma independiente los pisos altos y los bajos, pues así los elevadores no recorren de manera permanente los diversos niveles. Gracias a estas estrategias constructivas, FIC48 dispone de certificación LEED –Leadership in Energy & Environmental Design– o Liderazgo en Energía y Diseño Ambiental. ■