Entre dos mundos: una obra que oculta su complejidad mediante su arquitectura
Rodrigo Toledo, arquitecto y profesor asistente de la Universidad Pontificia Bolivariana / octubre 11 - 2023
No es ningún secreto que la arquitectura —al igual que el urbanismo— es un instrumento para materializar las políticas públicas. Desde siempre y en todas partes, los gobiernos han hecho realidad sus planes y estrategias con obras que tienen como objetivo beneficiar a la sociedad. No es gratuito que los dirigentes calculen, en gran medida, su desempeño mostrando escuelas, parques y viaductos.
Históricamente, las construcciones para uso público que se han hecho en Colombia fueron entendidas por sus promotores como piezas de infraestructura más que de arquitectura, esto es, proyectos que cumplen desde su dimensión utilitaria pero que ignoran el clima, la cultura y las posibilidades que ofrece el sitio donde se construyen de tener espacios dignos y de calidad, en lugar de ser simplemente funcionales. Funcionar es lo mínimo que se espera de cualquier edificio.
Sin embargo, esto ha cambiado durante las últimas dos décadas y las principales ciudades del país han visto obras de arquitectura comunitaria diseñadas con sensibilidad hacia sus habitantes y contextos.
El Jardín Infantil Campo Verde, ubicado en la localidad de Bosa, en Bogotá, es parte de esta nueva tradición. Sus diseñadores son Jorge Buitrago y Jaime Cabal, dos arquitectos antioqueños que lideran el estudio DARP, ganador del Premio Mundial de la Bienal Panamericana de Arquitectura de Quito con el proyecto del Tropicario de Bogotá.
Este jardín infantil, construido en un lote de borde, donde la trama urbana se toca con la sabana, se concibió como una serie de volúmenes de ladrillo, de planta cuadrada, con doce metros de lado y alturas de dos y tres niveles, que se conectan mediante patios.
Su arquitectura busca potenciar el desarrollo integral de los niños con espacios polivalentes, cuya flexibilidad les permita cambiar indiscriminadamente de uso según la necesidad; es decir, pueden ser biblioteca, taller o lugar de juego. A su vez, la relación con los patios ofrece ambientes vinculados con el exterior y genera un recorrido donde el paisaje es una constante.
El propósito de la arquitectura de la obra
La imagen homogénea que producen sus fachadas de ladrillo de gran formato color tierra, perforadas con pequeñas ventanas cuadradas que remiten al ideal de la casa, contrasta con los interiores, donde el color se utiliza como material y código de comunicación visual que ayuda a la orientación.
Espacialmente, el proyecto plantea un sistema diverso, con dobles alturas y balcones interiores, que desdibuja la aparente uniformidad de los volúmenes. Se trata de una arquitectura que oculta su complejidad con un cascarón que responde a su contexto urbano. Una desconexión intencional entre lo que la obra es y parece ser, en favor de la sorpresa.
El recorrido horizontal es animado en su interior por los patios, mientras que el ascendente revela fragmentos de los entornos urbano y rural gracias a las ventanas, para terminar en los espacios lúdicos flexibles de los últimos niveles, bajo techos inclinados y una terraza triangular a cielo abierto.
DARP propone con esta obra una arquitectura entre dos mundos: el de la ciudad consolidada y el del campo abierto. La dicotomía implícita en esta contradicción genera una respuesta urbana clara y regular, la cual alberga un interior heterogéneo con patios, terrazas y vacíos que promueven el encuentro en espacios que no son del todo interiores ni exteriores.
Con esta construcción de borde, que mezcla aquello que separa, se ofrece una arquitectura pública de calidad, atenta a sus habitantes y a su entorno, y al hacerlo se acercan las intenciones de quienes gobiernan a la gente.
Cinco puntos para destacar
1. El Jardín Infantil Campo Verde ocupa un predio urbano que limita con la sabana.
2. Este proyecto se concibe como una serie de bloques conectados con patios para promover una habitabilidad entre interior y exterior.
3. Los volúmenes esconden una espacialidad diversa y colorida, con dobles alturas, terrazas y balcones interiores.
4. Los últimos niveles se destinaron a salas polivalentes, las cuales pueden cambiar de uso según la necesidad.
5. DARP propone una obra pública de calidad, atenta a las particularidades del lugar y de sus usuarios.
Excelente, felicidades súper hermoso, en diseño color espacio y creatividad
Adoro la arquitectura. Fui excelente estudiante de
arquitectura, no pude llegar a la facultad, pero me
atrae todo artículo sobre arquitectura. Siiiiii …
Quisiera hablar con los arquitectos por favor
Una obra arquitectónica pública que enaltece a los niños de Bosa y a sus
familias.