Una vivienda en Portugal que dialoga con la topografía
Vía V2com / febrero 3 - 2025

La arquitectura cobra significado cuando responde a su contexto. En este proyecto, por la firma OODA, la vivienda se implanta en un terreno condicionado por su dimensión y marcado por un pronunciado desnivel. Sin embargo, en lugar de verlo como una restricción, los arquitectos lo convirtieron en el punto de partida del diseño.

De este modo, la estrategia consistió en conciliar la artificialidad de la construcción con la fuerza del paisaje, estableciendo un diálogo fluido entre ambos a través de un patio central que regula y distribuye el programa.

Este vacío articulador está flanqueado por tres frentes que se diluyen en la pendiente: un volumen de carácter social, otro con espacios privados y una conexión central definida por la transparencia y la ausencia material.

La espacialidad generada permite que la casa fluya con el terreno, evitando la imposición y abrazando el entorno. A pesar de su anclaje en la pendiente, la edificación parece levitar, dejando que la vegetación continúe su recorrido entre el exterior y el interior del patio.

La arquitectura de la casa

En esta obra la relación con la topografía es esencial. Un elemento de agua, a modo de estanque paisajístico, no sólo enfatiza la atmósfera serena del acceso, sino que también regula la iluminación en esta zona semienterrada.

La cubierta inclinada, transitable y esculpida por la topografía, suma una nueva dimensión al uso de la casa, permitiendo lecturas diagonales y juegos de transparencia que dinamizan la horizontalidad de la sección transversal.

Mientras tanto, los materiales utilizados refuerzan esta conexión integral con el entorno. La piel de la casa atraviesa los cerramientos y se proyecta hacia la cubierta, confirmando la coherencia global del diseño. De este modo, la arquitectura en este proyecto se transforma y transforma su contexto, ofreciendo no solo un refugio habitable, sino una nueva manera de experimentar y enriquecer el paisaje.