BIBLIO-PARQUE
Fotografías cortesía: Mauricio Gutiérrez. Texto: Soraya Yamhure. / septiembre 11 - 2014
Con la premisa de construir un espacio público, en el que los visitantes no sientan en qué momento el lugar se convierte en privado, se edificó esta biblioteca que en su primer nivel cuenta con una plaza de ocho mil metros cuadrados destinados al encuentro de los habitantes, la lúdica y el ocio. El segundo piso alberga el sistema de búsqueda virtual y en el tercero están los libros físicos, el área administrativa y tres salones para capacitaciones y eventos. La altura de la cubierta, de 12 metros, tomó como referente las viviendas de los Sikuani, la cultura étnica de la región de la Orinoquía, que se caracterizan por tener techos altos para una ventilación óptima. Debido a la temperatura promedio de Puerto Gaitán, que oscila entre 28 y 32 grados centígrados, se diseñaron fachadas bioclimáticas con rejillas que permiten la entrada de aire frío y evacúan el aire caliente hacia el exterior.
Mauricio Gutiérrez, arquitecto del proyecto, señala que con esta biblioteca la administración del municipio quiso generar un sentido de pertenencia entre sus habitantes que incorporara a la población indígena, quienes participaron en la creación de grabados que involucran elementos de la escritura y simbología Sikuani. Los glifos sobresalen en cada una de las losetas de 30 por 30 centímetros que conforman el piso en concreto de la plaza pública en colores rojo y amarillo que contrastan con la vegetación.
En los 1700 metros cuadrados de construcción los protagonistas son el vidrio, que da claridad a todos los espacios, y el hierro, utilizado para la totalidad de la estructura. Un muro en concreto que atraviesa en diagonal el volumen de la biblioteca rompe con la geometría cuadrada para cumplir la función de barrera bioclimática además de ser un punto fijo sobre una rampa. La fachada en fibrocemento imitación madera, material renovable y ecológico que proporciona calidez, equilibra la frialdad del metal.