Una casa en Antioquia con una espacialidad para adentrarse en el bosque
Rodrigo Toledo, arquitecto y profesor asistente de la Universidad Pontificia Bolivariana / agosto 9 - 2024

Una de las cualidades del paisaje escarpado del oriente antioqueño es la manera en la que la topografía se comporta como un balcón natural. El deseo de tener vista forma parte del ideal de la casa de campo en esta región, por lo que muchas de las residencias que ahí se construyen se conciben como miradores.

Aun así, la vista no es el único valor propio de este lugar. El bosque tropical de montaña ofrece también un paisaje, no solamente para observarlo sino también para habitar en él.

Casa OT ocupa una parcela sin vista, rodeada de árboles, en la zona rural del municipio de El Retiro. Diseñada por el estudio DARP —liderado por los arquitectos Jaime Cabal y Jorge Buitrago— y construida por la empresa Superhabitat, crea un espacio íntimo que permite a sus habitantes adentrarse en el bosque.

El esquema funcional de este proyecto nació a partir del deseo del cliente por el techo a dos aguas, figura arquetípica de la arquitectura doméstica. Para los arquitectos, esto implicó una exploración técnica que condujo a la repetición de una sola sección, con ligeras variaciones, para generar una secuencia de tres naves adosadas entre sí.

El diseño de la casa
Cada uno de los dos volúmenes laterales alberga la zona social y las habitaciones privadas, mientras en el central se define el ingreso a la casa como un umbral enfrentado a un patio central —donde un árbol solitario parece nacer de un espejo de agua—, con un estudio en el extremo opuesto al acceso. La presencia del patio cualifica el salón y el comedor, así como el corredor de las alcobas, y orienta la mirada hacia los reflejos que se captan en el estanque.

Un desnivel de 70 centímetros en el piso entre la nave de habitaciones y la central, con respecto a la que contiene la zona social, hace que la altura en esta última sea mayor, sin necesidad de incrementar la elevación del techo. Gracias a esto, se logra que el nivel de enrase de los techos en todo el proyecto sea el mismo, unificando así la volumetría.

El sistema estructural en pórticos a dos aguas en elementos de acero, a cargo de la compañía Inntec, a una distancia entre apoyos de 1,80 metros, no solamente define la sección de todas las estancias, sino que además regula la modulación del ladrillo color chocolate empleado en las fachadas.

Así, el planteamiento estructural controla los tamaños de cada área y contribuye a reducir considerablemente el desperdicio de material. La estructura aquí es mucho más que un sistema de soporte y estabilidad: es la generadora del espacio.

Más detalles
La espacialidad de la casa está determinada por la sección a dos aguas. En el vestíbulo de acceso y la zona social, la estructura de la cubierta con alfardas de madera expuestas y sin caballete se hace eco del piso, también en madera, mientras las puertas vidrieras introducen visualmente el follaje circundante al espacio interior.

En las habitaciones, la estructura del techo queda oculta gracias a un cielo blanco que les otorga una atmósfera sosegada. Los extremos de los tres volúmenes prolongan sus muros y techos para disponer terrazas de remate, cubiertas pero abiertas hacia el bosque.

El uso del ladrillo para tener muros sólidos y calados, complementado con tejas planas del mismo color, gobierna la expresión de esta obra que revela y esconde en forma intermitente su lógica estructural.

Si la casa-mirador que se construye frecuentemente en la región ayuda a crear una vida doméstica relacionada con el entorno en función del sentido de la vista, este proyecto de DARP asume una postura contraria. Su arquitectura introvertida promueve la contemplación del paisaje que se tiene en primer plano e invita a mezclarse con él.

Desde el patio acuático que rompe la volumetría y conecta los espacios íntimos con los sociales, hasta las terrazas exteriores diseñadas para convivir con la vegetación, Casa OT propone un ámbito abierto —pero privado al mismo tiempo—, donde mirar el exterior te lleva a vivir el interior.

Cinco puntos para destacar
1. La casa está ubicada en un lote boscoso, sin vista lejana.
2. La sección con techo a dos aguas define la arquitectura del proyecto.
3. Su materialidad y su sistema estructural permitieron hacer una combinación de elementos prefabricados con técnicas artesanales.
4. Un patio central articula las áreas privadas y sociales de la casa.
5. La arquitectura de la obra promueve una espacialidad introvertida dentro del bosque.