Herencia nórdica en una casa natural, sostenible y contemporánea
María Juanita Becerra / mayo 24 - 2024

Desde los albores del siglo XIX hasta hace algunos años, se había pasado por alto el impacto ambiental que conlleva la construcción en el entorno natural. Apenas en la década de los ochenta, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) creó la Comisión Mundial de Medio Ambiente y Desarrollo, a partir de la cual se define por primera vez el desarrollo sostenible.

Más aún, pensar en el medio ambiente es pensar en nosotros mismos, que ciertamente dependemos de los recursos que la naturaleza nos provee; de ahí la importancia de incorporar a las bases de la arquitectura y el urbanismo criterios de sostenibilidad, no solo ambiental, sino también económica y social.

Sobre este último ámbito, cabe señalar que aquello que permite que una sociedad sea sostenible va más allá de un eslogan o de las decisiones que tomen al respecto los gobernantes de turno; abarca acciones individuales, sencillas, que nos incumben como profesionales y ciudadanos.

En ese sentido, los arquitectos están en capacidad de ofrecer soluciones concretas a las preocupaciones ambientales, como utilizar técnicas y materiales que favorecen la salud del planeta.

Consciente de este imperativo ético, el diseñador y constructor Pedro Manuel Latiff —director de Latiff, Tailored Design and Architecture— concibió esta casa de 530 metros cuadrados, en el municipio de La Calera (Cundinamarca), aprovechando las condiciones físicas del terreno.

“La diferencia entre una cota y otra es significativa, alcanza los 19 metros, por lo que resolvimos adaptar los niveles de la edificación a la topografía existente, dividiendo el programa en tres pisos y un sótano”, comenta.

La distribución espacial de la casa

En el primer piso se encuentra la zona social, que se reparte en dos áreas, principalmente: la primera, volcada hacia el exterior, incluye una barbacoa junto a una gran sala destinada a reuniones sociales, y la segunda, con una vocación más familiar, comprende la sala, el comedor, dos cocinas —una abierta y otra cerrada—, tres terrazas y el vestíbulo o hall de acceso, en tanto que la piscina y el gimnasio están rematando el sótano.

Esta distribución obedece a la segregación funcional de los espacios, pero sobre todo a la lectura que hizo el diseñador de las dinámicas familiares.
El segundo nivel aloja cuatro habitaciones secundarias, cada una de ellas con baño privado e imponentes vistas del paisaje que rodea la construcción. En el tercer y último piso se encuentra la alcoba principal, dotada de un amplio estar de televisión, tocador y baño, así como de la naturaleza circundante ―que sin duda es parte esencial de la casa―, a la que se se puede acceder a través de la terraza. En este espacio, se instaló una grama sintética Golden Grass de 1600 gramos, de la compañía Vinisol.
En todas las áreas internas, se usó un piso vinílico SPC, también de Vinisol, de un espesor total de 5 milímetros, capaz de resistir un tráfico residencial alto o uno comercial moderado (ver fotos). Estos pisos están compuestos por una mezcla de polvo de piedra y plástico de alta densidad, lo que les da una estabilidad dimensional inigualable y, como los demás pisos vinílicos, también son resistentes al desgaste, las manchas y al agua. Los pisos SPC son la opción ideal para áreas de alto tráfico y exposición a la humedad, como cocinas, baños, comercios y oficinas.

“La luz natural es protagonista, por lo que las ventanas se dispusieron de manera que se pudiera aprovechar al máximo su luminosidad”, recalca Latiff. No obstante, estas ventanas son termoacústicas, con el fin de garantizar confort climático en el interior, debido a las bajas temperaturas que caracterizan la zona.

Así mismo, el revestimiento de la fachada es Thermowall, un material de alta tecnología y bajo impacto ambiental, creado con la finalidad de asegurar el bienestar térmico de las personas. “Si bien una parte de la fachada está construida en Thermowall y otra en ladrillo, buscamos que su aspecto fuera lo más homogéneo posible. De hecho, el ladrillo está pintado de un color muy similar al de los paneles”.

Los materiales constructivos que emplearon en la fachada son afines a la estética escandinava. Aquí, los volúmenes simples, las cubiertas a dos aguas y los colores grisáceos u opacos rememoran la imagen de las viviendas nórdicas, cuya belleza inspiró al diseñador. En la terraza de la piscina, se instaló un Deck WPC, de Vinisol.

Entretanto, los acabados interiores develan la premisa de fusionar referencias extranjeras y locales: la materialidad del piso y la carpintería arquitectónica son de origen natural, al igual que la mayoría del mobiliario; otros elementos, como las escaleras principales y el mesón de la cocina, se fabricaron utilizando materiales pétreos. El contraste produce un efecto visual agradable, en el que las partes se equilibran y el conjunto es armonioso.

Por otra parte, los acentos de color se dan a diferentes escalas: una de las cocinas —aquella que es completamente abierta al comedor y la sala— está enchapada en azul, que aporta visos de modernidad, al tiempo que contrasta con las tonalidades arena y tierra de la zona social, en tanto que las obras de arte escogidas —por intermedio de Hunter Gallery— aportan vivacidad y carácter al espacio.

Finalmente, “esta vivienda, moderna y al mismo tiempo elegante, logra una fusión perfecta entre el diseño contemporáneo y la belleza natural de su entorno rural, sin dejar de lado la conciencia ambiental y la sostenibilidad”, señala Latiff.

Cinco puntos para destacar de esta obra
1. Se dispone de áreas de entretenimiento en el exterior, como una zona de barbacoa, para tener conexión directa con la naturaleza.
2. Los materiales constructivos empleados presentan un bajo impacto medioambiental, además de favorecer el confort térmico.
3. La estética nórdica caracteriza la imagen de la casa. Su volumetría y su materialidad son una prueba de ello.
4. La casa está completamente domotizada, aspecto que contribuye a su sostenibilidad.
5. Los acabados tradicionales del interior contrastan con los del exterior, que se destacan por su tecnología de última generación.