En Antioquia, la arquitectura encuentra un reto constante y a la vez una inspiración infinita. Las casas aquí no se construyen a pesar de la topografía: se conciben gracias a ella. Este recorrido por seis proyectos residenciales demuestra cómo la geografía del departamento ha sido reinterpretada por arquitectos que han elegido el paisaje como la característica ideal para convivir con su complejidad. 1 y 2. Casas para dos artistas colombianos Varios años de amistad marcan estas dos casas en las afueras de Medellín . Sus propietarios han construido una historia juntos: el compositor de música urbana Keytin y el mánager de figuras de la música colombiana Juan Vargas. Para diseñarlas, este tándem creativo eligió a Del Valle Studio , taller de diseño y arquitectura dirigido por el diseñador industrial David del Valle. Fotografía: Sitio Estudio/Alejandro Arango, cortesía Del Valle Studio. Los lotes, ubicados en una ladera boscosa, presentaban un reto importante para los diseñadores a causa de su pronunciada pendiente. Debido a eso, optaron por encajar las casas en la topografía y nivelar el terreno en ambos casos para que cada una tuviera un primer piso completamente plano y un segundo nivel sobre este, estrategia que permitió aprovechar la condición natural de la montaña como mirador. Así, estas dos viviendas, una sobre la otra, parecen dos rocas que sobresalen en el lugar. Fotografía: Sitio Estudio/Alejandro Arango, cortesía Del Valle Studio. La casa ubicada en el nivel superior, revestida con madera plástica en un tono oscuro, presenta un quiebre en la esquina que orienta el espacio hacia la vista lejana. Por otro lado, la segunda vivienda, en la parte baja, tiene una forma más regular y sus fachadas están enchapadas con paneles de Alucobond —láminas de aluminio con un núcleo de agregado mineral— de color gris. Esta monocromía hace que la construcción pase a un segundo plano, en medio del verde de los árboles, y se aleje deliberadamente de una postura ostentosa. Fotografía: Mateo Soto, cortesía Del Valle Studio. Lea el artículo completo de esta obra AQUÍ . 3. Una casa para disfrutar la quietud del paisaje El paisaje natural del oriente antioqueño, tallado por numerosos ríos y surcado por verdes montañas, es la inspiración para esta casa de 900 metros cuadrados que se percibe masiva y ligera a la vez. Vista desde su fachada principal —abierta hacia la falda de la colina sobre la que se construyó—, la vivienda es transparente y liviana, mientras que desde una toma aérea se torna masiva. Fotografía: Mateo Soto. “Ahí reside, justamente, el mayor desafío: abarcar la totalidad del programa sin afectar la arquitectura, en el sentido de que esta es una casa en el campo, por lo que una relación armónica con la naturaleza es fundamental”, comenta el arquitecto Andrés Uribe Mesa , autor del proyecto. Fotografía: Mateo Soto. Pensando en las condiciones del lugar y la necesidad de cumplir con el programa arquitectónico, ideó una solución basada en la segregación funcional de los ambientes mediante tres volúmenes independientes. Fotografía: Mateo Soto. El primero está destinado al ámbito social, que incluye sala, comedor y cocina integrados junto a un gran deck —compuesto por una piscina y zonas de permanencia— que se extiende hacia el entorno natural; el segundo lo forman cuatro habitaciones, y el tercero es el módulo de servicios, que contiene otra alcoba y cuatro parqueaderos. Fotografía: Mateo Soto. Los tres, aunque independientes, se conectan por medio de puentes, y sus espacios intersticiales se convirtieron en jardines sembrados con variedad de plantas nativas. Lea el artículo completo de esta obra AQUÍ . 4. Una obra como experiencia arquitectónica En esta casa , ubicada en una ladera en la parte alta del oriente de Medellín, se hace una lectura sensible del lugar de intervención para proponer una vida doméstica mezclada con la montaña. Diseñada por el estudio antioqueño Medianero , dirigido por los arquitectos Camilo Santamaría y Juan Esteban Giraldo, y construida por la firma local Compose, liderada por el arquitecto e ingeniero civil Juan Carlos Moreno, la propuesta representó un reto importante desde su concepción. Fotografía: Mateo Soto. La materialidad de las fachadas está definida por el uso de concreto vaciado a la vista y enchapes de piedra pizarra. El frente acristalado, orientado hacia el paisaje de la ciudad que yace kilómetros abajo, hace que la casa se configure como un palco mirador. Desde la terraza, que funde la zona social con la piscina, el proyecto recuerda la Stahl House del arquitecto estadounidense Pierre Koenig, construida en 1960. Fotografía: Mateo Soto. En el espacio interior se materializa el deseo del cliente de habitar en un ambiente en penumbras. Nuevamente, el empleo de concreto a la vista, junto con acero pintado de negro y paneles de madera aglomerada en tonos oscuros, produce una atmósfera neutra, que sirve de telón de fondo para la vegetación que se cuela por las ventanas y pequeños patios de luz que salpican el proyecto estratégicamente. Fotografía: Mateo Soto. Lea el artículo completo de esta obra AQUÍ . 5. Una vivienda abierta al viento y a la magia del cerro Los miembros del equipo creativo de Level Group Design seleccionaron cuidadosamente cada elemento de arquitectura y diseño interior de la vivienda para establecer una conexión profunda con el lugar, evocando una arquitectura atemporal que busca desaparecer en el paisaje, no imponerse sobre él. Fotografía: cortesía Level Group Design. Esta casa se concibe como un templo para la contemplación y la vida en calma, donde el paso del tiempo se diluye en la rutina pausada de quienes la habitan. Las transiciones entre interior y exterior son sutiles, casi imperceptibles, y permiten que la brisa, la luz y los sonidos del entorno penetren suavemente en cada rincón del hogar. Fotografía: cortesía Level Group Design. Lea el artículo completo de esta obra AQUÍ . 6. Un proyecto de pocos metros cuadrados La simplicidad de esta casa no solo se aproxima a las palabras de Mies, sino que encarna el ideal de felicidad de sus propietarios. “El principal objetivo era construir un lugar que mediara entre la naturaleza y las personas”, afirma la arquitecta responsable del proyecto, Melissa Botero Franco, fundadora de Eme.be Studio y cofundadora de Yutte Design . Fotografía: Mateo Soto. El proyecto, inusual y a la vez consciente del entorno natural, consiste en una vivienda de no más de 40 metros cuadrados en medio del bosque. Esta característica la semeja a las casas nórdicas, que expresan una conexión esencial con los paisajes lacustres y boscosos de la península escandinava. “Los dueños tienen una relación especial con Europa, por lo que la arquitectura nórdica fue uno de los referentes”, dice. Fotografía: Mateo Soto. Con todo, la vivienda está en Llanogrande (Antioquia), a escasos minutos de Medellín, pero en un contexto agreste, colmado de vegetación. El lote, que se adquirió desde un comienzo con el propósito de disponer de un lugar para las vacaciones o apartarse del trajín de la cotidianidad los fines de semana, abarca 2.500 metros cuadrados, poblados de árboles de alto porte y abundantes plantas. Fotografía: Mateo Soto. Lea el artículo completo de esta obra AQUÍ .