¿Cómo será regresar a la vida social en Colombia en la era de la pospandemia?
María Juanita Becerra. / noviembre 23 - 2020

Los espacios de ocio y entretenimiento están entre los lugares que actualmente presentan más restricciones. Esta situación no solo aqueja a empresarios y trabajadores del sector, sino a la sociedad, puesto que el tiempo de esparcimiento es vital para el ser humano. Todo aquello que se aleja de la rutina diaria implica beneficios para la salud física y mental. Y si bien la emergencia sanitaria constituye el centro de las reflexiones en todas las disciplinas del hombre, se podría decir que la arquitectura y el diseño cobran especial importancia. De ahí que un sinnúmero de profesionales esté imaginando alternativas indispensables para mitigar la propagación de la enfermedad y, en pocas palabras, sobrevivir a ella.
Arquitectos y diseñadores están en la búsqueda de recursos con los cuales ajustarse a las limitaciones impuestas. Ejemplo de esto son Germán Bahamón y Alejandro Saldarriaga, fundadores de Colab-19, un laboratorio de arquitectura dedicado al diseño de espacios para situaciones de pandemia, quienes consideran que los lugares destinados al entretenimiento y el ocio se están acomodando y no necesariamente transformando. ”Para nosotros, la arquitectura es una experiencia humana cuya vivencia está dada por ciertas condiciones.
No se trata de un juego de volúmenes ni de geometría. Por eso, en nuestras manos está conservar su esencia, la experiencia en medio del proceso de adaptación”. También advierten que el espacio público en las ciudades ha recobrado un valor inconmensurable, ya que hoy por hoy la mayoría prefiere comer y ejercitarse al aire libre. En este sentido, señalan la importancia de invertir en ambientes que contribuyan a nuestro bienestar.
No obstante, en cuanto al distanciamiento social se muestran escépticos: ”No vislumbramos un futuro atravesado por el distanciamiento físico. Esta medida contradice nuestra naturaleza. ¡Somos seres sociales! Proponemos, en cambio, el reto de pensar cómo aplicar estas restricciones en un concierto o un partido de fútbol sin renunciar a disfrutarlos. Para ello resulta fundamental estudiar el comportamiento de las personas y, a partir de ahí, adaptarlo a las nuevas condiciones. En definitiva, se deben aprovechar los lugares existentes y procurar que sean flexibles, pero siempre con la premisa de compartir”.
Por otra parte, mencionan las características que todo proyecto arquitectónico debería tener después de la llegada de la COVID-19. Estas incluyen el uso de materiales reciclados para la creación de nuevos espacios –como los andamios que incorporaron en un lugar destinado a la reactivación económica del sector gastronómico–; soluciones de diseño flexibles, temporales y multiprograma –como estructuras móviles y ligeras cuya construcción, además de rápida, reduce el impacto ecológico–, y los elementos de la arquitectura vernácula que son, sin duda, sostenibles y asequibles, lo que garantiza una propuesta incluyente.
Finalmente, ”como arquitectos es fundamental que trabajemos en procura de la sostenibilidad. El desarrollo de proyectos con base en un enfoque transdisciplinar es de gran importancia. Todos los días desayunamos con una frase de Peter Ferdinand Drucker: ‘La mejor forma de predecir el futuro es creándolo’”. Con todo lo anterior, el arquitecto Felipe Rodríguez –quien ha diseñado diferentes restaurantes en Bogotá– considera que la transformación de los espacios de entretenimiento y ocio experimenta dos momentos: el primero corresponde al actual, determinado por ”reacciones” o medidas de emergencia que permiten adaptar de manera rápida los lugares de socialización a la nueva realidad. ”En esta primera fase, el mayor reto ha sido lograr poner en práctica las restricciones establecidas por el Distrito sin disipar la magia.
En El Bandido, por ejemplo, con el fin de evitar mesas desocupadas se realizó una alianza con diseñadores de modas para que allí ubicaran maniquíes vestidos con sus colecciones de ropa. Así, el establecimiento adquirió una imagen teatral. Consiste en una acción conjunta mediante la cual, tanto el restaurante como los diseñadores se benefician sin poner en riesgo la salud de los clientes”.
Adicionalmente, señala que el mobiliario ahora debe ser más flexible para facilitar la acomodación. Sin embargo, advierte que, debido al ambiente cambiante se debe ser estratégico en cuanto al uso de los recursos. Para él, invertir en obras de infraestructura física representa un riesgo, por ello es necesario crear modelos versátiles y completamente reversibles.
El segundo momento de esta industria se deriva de las respuestas: ”Esta será una etapa todavía más interesante, porque las nuevas reglas del juego se verán reflejadas en la arquitectura y el diseño. Hoy sabemos que la COVID-19 se transmite fácilmente en lugares cerrados con escasa ventilación, por lo que el reencuentro con las áreas verdes y la presencia de aire será necesario”.
En lo que a hoteles se refiere, el arquitecto Tomás Vega –cofundador de A5 Arquitectura– explica que las zonas comunes exigen la mayor atención: ”En estos casos es preciso hacer uso de la tecnología como una estrategia que permita minimizar el contacto con las superficies. La domótica, en este aspecto, representa una solución tecnológica favorable que contribuye a la contención del virus”.
De acuerdo con Vega, lo ideal sería que estos edificios, que desde siempre se han proyectado como lugares compactos y herméticos, se transformen para ser espacios permeables que faciliten la renovación continua del aire; ”esto implica preguntarse qué elementos se requieren para que las habitaciones se ventilen correctamente y las zonas comunes sean semiabiertas. Naturalmente, estas acciones se originan en la emergencia sanitaria, por lo que están por venir”.
Sobre este tema, Diego Mesa, gerente general de Spazio W, compañía que distribuye mobiliario de reconocidas firmas internacionales como Flexform y Poltrona Frau, afirma que las grandes cadenas hoteleras se están adaptando a la emergencia actual mediante varias estrategias, pero ante todo conservando su estética refinada y cosmopolita. «Honestamente, creo que las medidas de contingencia son temporales, por lo que estos hoteles no pretenden reemplazar los acabados y el mobiliario de lujo por unos fabricados a base de materiales resistentes a productos abrasivos. Se sabe que estos facilitan los procesos de higiene y desinfección –como es el caso de los revestimientos vinílicos–, pero su aspecto responde a otros usos, no corresponde a la imagen de primera categoría”. Siendo así, las piezas de diseño, confeccionadas con altos estándares de calidad seguirán a la vanguardia. ✱