Una vida al aire libre en este hermoso conjunto residencial en Montevideo, Uruguay
Fuente v2com / septiembre 14 - 2022

Murillo 1665 es un conjunto residencial en Montevideo. Su ADN se originó en su ejecución. El desafío de este proyecto fue posicionar cinco casas dúplex de 200 metros cuadrados en un lote e imponer la mínima interferencia con su entorno boscoso existente. Así maximizaron así su armonía con la naturaleza.
Una de las principales prioridades de este proyecto era mantener árboles majestuosos junto a cada casa. Después de estudios adicionales sobre el flujo y la iluminación natural, los arquitectos concluyeron que podrían alcanzar su objetivo mediante el diseño de un plano en forma de cruz posicionado con precisión en el terreno.

Este procedimiento dio como resultado un ritmo interesante, donde las casas idénticas tendrían un aspecto distinto desde todos los puntos de vista.
Una vida al aire libre
El techo estilo cobertizo y el énfasis en una vida al aire libre éticamente responsable, con jardines paisajísticos, surgieron de una visita al barrio de Carrasco en Montevideo. Allí los arquitectos notaron una fuerte identidad arquitectónica, establecida en la primera mitad del siglo XX con su belleza y alma simplistas.

La fachada alterna de madera y láminas corrugadas revela una calidad visual provocada por una elección meticulosa de materiales y detalles de construcción. Estos incluyen láminas corrugadas de color gris carbón, madera, yeso blanco, vidrio y vegetación nativa.
La sala y el comedor están ubicados en la planta baja, donde un volumen exterior de paneles de madera encierra la cocina y el área de lavandería.

Los majestuosos árboles brindan un escudo relajante para un patio al aire libre designado para reuniones, donde la parrilla para barbacoa es la estrella principal. El piso del patio tiene piedras reutilizadas de la antigua casa que ocupaba el lugar, manteniendo el compromiso de la empresa con el diseño responsable y sostenible.
Al interior de este conjunto en Montevideo
La sala de televisión está situada al lado del volumen central. Esa sala contiene el tocador y las escaleras que conducen al segundo piso, donde tres suites completas están conectadas por una sala familiar estilo entrepiso.

El muro de doble altura se compone de paneles de vidrio que exponen la abundante vegetación exterior. Al mismo tiempo, proporcionan ventilación cruzada y, por lo tanto, mantienen el aire fresco y bien circulado por la casa.
Para resolver el aislamiento térmico, los arquitectos utilizaron paneles de doble vidrio con protección solar. Y en la fachada, ya sea de madera o de chapa ondulada, dejando deliberadamente un espacio entre ésta y el marco de acero.

Murillo 1665 es el resultado reflexivo de una colaboración continua entre el arquitecto uruguayo Santiago Fernández y la arquitecta brasileña Candida Tabet.