El hormigón es el material que está revolucionando la arquitectura contemporánea
Revista AXXIS Fotografía: Arturo Arrieta / septiembre 10 - 2020
¿Cómo aprovechar al máximo el patrimonio urbano y arquitectónico que se ha transmitido a lo largo de la historia en la Ciudad de México para generar espacios inclusivos y conectivos que permitan a los miembros de la sociedad vivir en un entorno próspero y armonioso?
El Dr. Atl 285 fue construido a finales de los 60. Se encuentra en el barrio de Santa María la Ribera. Este edificio ejemplifica la correcta explotación del patrimonio bajo la premisa de aportar beneficios a la población y al medio ambiente, preservando y rescatando el legado cultural. La zona donde se ubica está en proceso de densificación, y por su proximidad al centro de la ciudad, tiene un carácter histórico que ha atraído a una población joven que pretende vivir cerca de los centros culturales y económicos.
El edificio se diseñó a partir de una estructura reticular de vigas y columnas de hormigón armado, debido a su anterior vocación industrial, creando espacios diáfanos sin muros divisorios.
Se propuso un sistema de configuración que aprovechara la geometría de la estructura existente, apoyándose en la colocación de elementos cúbicos de madera para proporcionar áreas privadas y también para generar un diseño modular que pudiera ser replicado de acuerdo a los diferentes programas, tamaños y configuraciones para satisfacer las necesidades del mercado.
El uso del edificio original también implicaba un desafío para el diseño y la ubicación de las circulaciones, que se colocaron en el patio trasero, utilizando un sistema de construcción permeable que permite el paso de la luz natural. Con una geometría triangular para los balcones y la réplica del sistema de pasillos, fue posible preservar el perfil de la fachada original sin afectar la iluminación de los apartamentos.
El mayor desafío para el Dr. Atl 285 fue integrar a sus habitantes en el tejido social del barrio. El uso de los espacios exteriores, como los patios y la azotea, crearon áreas comunes que fomentan la convivencia. Además, mejoraba la experiencia del usuario, añadiendo valor arquitectónico y promoviendo un estilo de vida más saludable y sostenible. El jardín de la azotea se utiliza como un jardín urbano. Produce alimentos para todos los usuarios, a la vez que provoca una conexión social entre todos los vecinos.
Se colocó una planta de tratamiento de agua bajo el antiguo patio para eliminar las descargas de drenaje. Recicla el 100% del agua utilizada. En la parte superior, un jardín de árboles da la bienvenida a los usuarios creando la sensación de un parque, regenerando la calidad del aire de todo el edificio.
El proyecto pretende demostrar la adaptabilidad de la arquitectura a los recursos existentes, el potencial regenerativo de la ciudad y la capacidad de generar proyectos sostenibles en la actualidad. Todo ello para preservar el patrimonio cultural y arquitectónico a través de la restauración de estas construcciones y proyectos, no sólo para mantener la presencia de cada barrio sino también para reducir el impacto ambiental de la promoción inmobiliaria.
Esta visión y las circunstancias hicieron que el proyecto evolucionara en una versión mucho más sostenible de sí mismo de lo que se esperaba originalmente. Una planta de tratamiento de agua que ayuda a ahorrar hasta un 45% de agua, un jardín de árboles en la planta baja y un huerto en el techo, combinados con el resto de las estrategias involucradas, hacen que el Dr. Atl 285 sobresalga en términos de sostenibilidad, convirtiéndose en un ejemplo destacado entre los proyectos de su clase.