La remodelación de un apartamento Bogotano convertido en un hogar de ensueño
Rodrigo Toledo / febrero 25 - 2022
Si reformar los espacios que ocupamos es lo que hacemos para adaptarlos a nuestros hábitos y preferencias, para quienes los intervienen desde la arquitectura y el diseño siempre representa el reto de trabajar con lo existente. Remodelar implica partir de las limitaciones, espaciales y técnicas, inherentes al lugar por transformar. En ocasiones, en este tipo de proyectos se reconfigura completamente el espacio y se borra todo rastro de lo que existía para generar un ambiente nuevo, desvinculado del anterior. Pero a veces, los arquitectos y diseñadores aprovechan las restricciones iniciales del encargo para construir sobre ellas. Tal es el caso de este apartamento en Bogotá, donde la firma Alelí Home Decor, fundada en 2013 por Elisa Luque Jensen –artista– y Alejandra Serna –arquitecta–, reconoció la estructura original como un fondo neutro a partir del cual trabajar.
La arquitectura existente obedecía a las convenciones de materialidad y especialidad comunes en los desarrollos inmobiliarios de vivienda. La cocina era cerrada y el corredor de las habitaciones largo, estrecho y oscuro. El apartamento contaba inicialmente con tres alcobas, pues según los estándares del mercado, la cantidad de cuartos es relativa al área del inmueble. El ejercicio de diseño consistió, entonces, en intervenir el espacio de dos maneras. En primera instancia hicieron demoliciones selectivas con el fin de reconfigurar la distribución. Por otro lado, propusieron una serie de materiales y muebles para cambiar la fría atmósfera original.
Una de las acciones más importantes del proyecto fue abrir la cocina. Al integrarla con la zona social crearon un lugar para el encuentro en torno a cocinar. Esta dejó de ser un área de servicio y se convirtió en un lugar para compartir en familia. Asimismo, Serna y Luque diseñaron un nuevo sistema de muebles fijos, en el que las puertas con molduras remiten a las estancias tradicionales y el uso de la madera otorga a este ambiente un carácter artesanal.
El piso de madera laminada, instalado en todas las áreas del apartamento, entra también a la cocina y aporta a la continuidad visual de los espacios. En el salón, la chimenea existente se complementó con una biblioteca que abarca la totalidad del muro que da respaldo a la estancia. Esto le aporta a la zona social un uso adicional y permite disponer de objetos decorativos y obras de arte en los entrepaños.
La tercera habitación fue convertida en un family room. Reemplazaron el muro que la separaba del corredor por unas puertas correderas de metal y vidrio, y eliminaron el baño. Este ambiente lo amoblaron con un sofá y un escritorio. La modificación aportó amplitud y luminosidad al corredor al aprovechar la luz que entra por la ventana de la alcoba original.
La paleta de colores en tonos crudos y taupé con acentos en azul oscuro refuerza la calidez que aportan la madera y los textiles del mobiliario, también de Alelí Home Decor. Las diseñadoras complementaron la propuesta con papeles de colgadura y tapetes de fibras que aluden al sentido táctil de las superficies de muros y pisos.
Este proyecto se concibe como una capa nueva que se superpone a la construcción original, como una segunda arquitectura donde las texturas y las vetas de los materiales componen un ámbito doméstico. Se adapta a lo existente, pero a su vez, lo impregna de los deseos y necesidades de la familia que ahí vive. ■
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