El nuevo edificio de la Tate Modern por Herzog & de Meuron
Por: Monica Barreneche / junio 22 - 2016

La Tate Modern viene sufriendo transformaciones desde el año 2000, y el impacto que ha tenido en el desarrollo de la zona del South Bank de la cuidad de Londres se ve influenciada en el desarrollo urbano, social y cultural que la rodea.
Añadir una nueva dimensión a su arquitectura icónica representaba ir más allá, era establecer un nuevo modelo de museos de arte moderno y contemporáneo.
Mediante la integración de la arquitectura y la función del espacio, Herzog & de Meuron, quienes además diseñaran el edificio original combinaron espacios industriales con una arquitectura refinada del siglo 21.
La fachada de ladrillo coincide con la nave del museo, mientras que una celosía de ladrillo perforado aporta un diseño radical que distingue cada espacio dentro de su integridad.
En el interior, hormigón en bruto genera ángulos dramáticos pensados para aprovechar al máximo el espacio y disfrutar de las muestras multidisciplinarias de la Tate.
Una forma piramidal la cual, mezcla lo racional e irracional y guía a los visitantes durante le recorrido, está directamente relacionada con la geometría de la parcela de tierra en donde fue construida.
Una adición tanto a la diversidad cultural que caracteriza la capital británica, como al paisaje arquitectónico representativo.