La elegancia parisina en el diseño de un restaurante pleno de contrastes
María Juanita Becerra / enero 24 - 2025
Este restaurante, ubicado en Chapinero, uno de los sectores con mayor oferta gastronómica y cultural de Bogotá, nos lleva de viaje hasta París, a través de su diseño y, claro, de su gastronomía. La Ciudad Luz, conocida por sus innumerables cafés y restaurantes frecuentados por la bohemia europea —filósofos, literatos, músicos, pintores y cineastas— inspiró su interiorismo, a cargo del estudio de arquitectura Reinhard Dienes Studio y del interiorista Daniel Lafaurie.
Dado que el restaurante se encuentra en un edificio cuya estructura es metálica, las referencias parisinas se conjugan con elementos de carácter industrial. Este mestizaje estético se traduce en un espacio pleno de contrastes, en el que los materiales de origen natural y de aspecto artesanal, como la madera utilizada en el parquet del piso y la carpintería arquitectónica, se combinan con otros de apariencia fabril, como el enchape tono vino tinto que reviste algunos muros.
“Este color es el gran protagonista. Lo usamos tanto en los revestimientos de las paredes como en la tapicería de los muebles, con el fin de crear un ambiente cálido, pero a la vez íntimo y sensual”, explica el arquitecto Dienes.
El diseño del restaurante
El bar, configurado a partir de diez columnas de madera que sostienen una gran estantería donde se exhiben las botellas de licor, dispone de un sistema de iluminación indirecta que potencia la percepción visual. Su diseño rememora el clasicismo francés por su sofisticada manera de armonizar elementos disímiles y poner el acento en los detalles. “Detalles como cuadros, lámparas estilo vintage y las famosas sillas Thonet son una de las claves que definen el concepto del restaurante”, agrega.
En lo relacionado con la cocina, esta se hizo abierta, con el propósito de que los comensales puedan apreciar los procesos de cocción de los platos, una característica que Grupo Gordo —propietarios del restaurante— procura mantener. Esto es lo que ha hecho de la cocina el foco de atención del salón principal, convirtiendo la visita a Le Roi en una experiencia tan única como fascinante.
“Si se hace un recorrido a lo largo del restaurante, es posible observar varios detalles, cada uno de los cuales se ha diseñado para generar una experiencia única —incluso el baño—. La idea es transportar a los visitantes a otro espacio y tiempo”. La calidad de este proyecto va más allá de las tendencias contemporáneas, pues alude a valores que han permanecido en el tiempo, como la calidez y la atención al detalle.