Ya están a la venta viviendas de lujo a prueba del COVID-19 o de futuras pandemias
/ abril 6 - 2020
No hay mejor maestra que la historia y los norteamericanos saben muy bien de esto. Los más de cuarenta años que duró la Guerra Fría entre Estados Unidos y China dejaron consigo un práctica invaluable que se ha preservado a través de varias generaciones: la construcción de búnkeres.
Desde ahí los americanos viven con un miedo incesable a invasiones militares, radiaciones nucleares o el apocalipsis del mundo al que año tras año se le ha sumado la temporada de huracanes o desastres naturales. Inclusive cuando Barack Obama ganó las elecciones, se incrementó la construcción de fortalezas de varios conservadores que le temían al desorden social.
Sin embargo, hoy en día es la pandemia que paralizó al mundo la que llevó a la alta demanda en la compra de un búnker, el más deseado del momento y que incluye sauna, salas de cine y hasta campos de tiro.
Se trata de Survival Condo, ubicada setenta metros bajo tierra o quince pisos bajo la corteza terrestre de Kansas City, este búnker que era usado como bóveda para guardar misiles, fue renovado y ahora funcionan 12 condominios a prueba de “el fin del mundo”.
Larry Hall, pionero en el negocio inmobiliario de los búnkeres y el encargado de estos condominios, en una entrevista concedida para The New York Times, aseguró que en los últimos tiempos se ha incrementado la compra, adecuación y construcción de fortalezas diseñadas a prueba de todo. Hall cuenta que la ganancia por estas magnas obras arquitectónicas es millonaria ya que en el 2011, año en que comenzó la venta, estaban avaluadas por 1,3 millones de dólares y la valorización no ha parado de crecer y menos ahora que todos buscan un refugio de cuarentena en la época del COVID-19.
El complejo que puede albergar a 75 personas durante más de 5 años, está distribuido en apartamentos dúplex de 340 m² o unos pocos más pequeños de 170m² y 85m². Survival Condo adaptado como viviendas de lujo que podían valer lo mismo que un inmueble de alta categoría neoyorquino, cuenta con un parque para pasear perros, aulas para niños, biblioteca, sauna, piscina, supermercados o depósitos de comida y tiene simulaciones de la vida exterior como sillas de playa y un techo pintado de azul, el color del cielo en un día soleado.
Su mantenimiento mensual es de 2.600 dólares y lo más sorprendente es que está equipado con un sistema de único de filtración de aire según un comunicado de su página web oficial. “tenemos un sistema de filtración de aire nuclear, biológica y química que puede filtrar patógenos como COVID-19, sin embargo, no podemos garantizar que no se contagie del virus por el contacto directo o indirecto con una persona u objeto infectado antes o después de la llegada a nuestras instalaciones«.
Larry afirmó que ya hay nuevos condominios en construcción y se adecuarán con más rigor para futuras pandemias.
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