Muchas bienales de arquitectura en todo el mundo constituyen plataformas de exhibición y discusión en torno al trabajo de los arquitectos que en ellas participan. Suelen estar colmadas de fotografías y maquetas de proyectos arquitectónicos de todo tipo, mientras grandes figuras internacionales dan conferencias en las que muestran al detalle los pormenores, intenciones y dificultades de sus obras.
Estos eventos reúnen un cuerpo significativo de arquitecturas realizadas (construidas), destacándolas por su singularidad…, una recopilación de resultados arquitectónicos concretos.
Por otra parte, la Bienal de Arquitectura de Chicago, inaugurada el pasado mes de octubre, hace una apuesta por entender que la arquitectura es una disciplina que puede comportarse como un vehículo cultural para la reflexión, la investigación y la experimentación. Tal como sucede con la Bienal de Venecia en Italia, lo que aquí se recopila no son proyectos arquitectónicos terminados, sino experimentos espaciales que ponen en evidencia las posturas de los arquitectos frente a un tema específico propuesto.
En este caso, la bienal invita a sus participantes a preguntarse acerca del estado del arte de la arquitectura, un tema abierto que estimula a los arquitectos a tantear un terreno que bordea los límites tradicionales de la profesión y a producir una serie de instalaciones cargadas de reflexión crítica. Esta bienal, más que ser una simple exhibición, es un escenario para problematizar y polemizar sobre el papel y los alcances de la arquitectura en el mundo contemporáneo.
Quienes visiten la Bienal de Arquitectura de Chicago podrán interactuar con propuestas de muchos de los arquitectos más importantes del mundo actualmente. En medio de las obras del japonés Sou Fujimoto, del danés Bjarke Ingels y de los franceses Lacaton & Vassal –entre muchos otros– aparecen las instalaciones de tres estudios colombianos de arquitectura: el Equipo de Mazzanti + Nicolás Paris, Plan: B Arquitectos, y Luis Callejas con Charlotte Hansson.
La propuesta de Giancarlo Mazzanti, Speaking Architecture (Arquitectura Parlante), explora la idea de cómo los usuarios y habitantes del espacio arquitectónico pueden reconfigurar la arquitectura según sus necesidades y deseos. Un juego de mesas de distintos tamaños y alturas se pueden mover con el fin de propiciar diferentes actividades: comer, dibujar, dormir, estudiar, son posibles según la manera en la que se distribuyen estos módulos. Más que una arquitectura establecida por un arquitecto, lo que Mazzanti y Paris logran es un dispositivo lúdico interactivo en el que los jugadores/habitantes hacen y deshacen la arquitectura para usarla de distintas maneras, aquí el objeto arquitectónico pasa a un segundo plano en favor de los hábitos.
Hollow Trunk (Tronco Hueco), la obra de Plan: B Arquitectos, parte de una investigación desarrollada por esta oficina de Medellín que arrojó como resultado el libro Permeabilidad, en el que se propone un conjunto de maneras y fenómenos del trópico y sus posibilidades para la arquitectura. Diseñado como una maqueta habitable, este experimento espacial hace una traducción de las posturas expuestas en el libro a una condición arquitectónica.
Una estructura octogonal de madera revestida con cartones impresos y perforados con geometrías y motivos propios del trópico colombiano produce un espacio controlado. En su interior, un video proyectado en la cubierta del habitáculo muestra a los visitantes imágenes y sonidos de lo que estos arquitectos llaman ángulos de permeabilidad. La propuesta de Plan: B pone en evidencia cómo las posturas críticas de un arquitecto se pueden materializar construyendo una arquitectura potente y arraigada en un contexto.
Finalmente, Luis Callejas y la arquitecta y diseñadora de modas Charlotte Hansson presentan Islands and Atolls: A Taxonomy (Islas y atolones: una taxonomía). A manera de una gran cortina blanca sobre una de las ventanas del Centro Cultural de Chicago, sede de la bienal, esta instalación muestra una colección de dibujos que hacen referencia a proyectos desarrollados por este arquitecto durante los últimos años. El interés por el paisaje y la geografía que da rumbo a la arquitectura de Callejas se ve reflejado en los pliegues y abultamientos de esta superficie textil que, como un vestido semitranslúcido, filtra la luz exterior produciendo un efecto misterioso en el espacio.
En años recientes, la arquitectura colombiana se ha hecho visible en el panorama mundial. Los tres ejemplos colombianos presentes en la Bienal de Arquitectura de Chicago son testimonio de cómo en nuestro país se gesta una arquitectura responsable y sugerente.