Château Angélus ha adquirido una nueva bodega en Libourne, Francia, finamente diseñada por el arquitecto Eric Castagnotto, del estudio Architecte DPLG. En esta bodega se elabora el segundo vino de la histórica bodega Château Angélus, el Carillon d’Angélus.

Equilibrio entre patrimonio e innovación

La antigua bodega de Carillon d’Angélus -situada en una finca- era demasiado estrecha para albergar nuevos equipos más eficaces e innovadores. Su ubicación en un lugar declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO limitaba las posibilidades de expansión e imponía fuertes restricciones arquitectónicas. Por ello, se decidió crear una nueva bodega desde cero.

La búsqueda de espacio para albergar esta nueva estructura determinó que no era posible encontrar la superficie necesaria para su construcción en Saint-Emilion. Así pues, se amplió el espectro a los municipios vecinos, y esa búsqueda condujo a la selección de terrenos en Saint-Magne-de-Castillon.

Gracias a consideraciones técnicas, medioambientales y estéticas, esta nueva bodega es decididamente moderna y se beneficia de un equipamiento de última generación.

El edificio de 4.400 m2, situado en una parcela de 3,30 hectáreas, está semisumergido con una cubierta verde. Contiene una zona de recepción de la uva, con clasificación óptica, una sala de cubas para la vinificación, una bodega dedicada a la fermentación maloláctica y una bodega de maduración. Con el tiempo, se añadirán equipos de embotellado y etiquetado.

Una instalación de producción de nitrógeno permite la protección permanente de los vinos, así como el control del oxígeno durante la vinificación y la crianza. Los paneles fotovoltaicos permiten autoproducir parte de la electricidad necesaria para el funcionamiento de la nueva estructura.

Carillon d’Angélus, al igual que toda la finca, cuenta con la certificación HVE3. Este nivel máximo de certificación de «Alto Valor Medioambiental» atestigua las mejores prácticas de Angélus en términos de biodiversidad, estrategia fitosanitaria y gestión de la fertilización. El edificio cuenta con la certificación BREEAM (Building Research Establishment Environmental Assessment Method), que es el equivalente británico de la HQE (Haute Qualité Environnementale) francesa. La bodega se entregó durante la vendimia de 2019.

Building Research Establishment Environmental Assessment Method -o método de evaluación del rendimiento medioambiental de los edificios- es la norma de certificación de edificios más extendida en el mundo. Cada tipo de edificio tiene su propia norma de evaluación. La evaluación BREEAM, sencilla y pragmática, permite calcular el rendimiento medioambiental de un edificio y ofrece a los solicitantes la garantía de respetar el medio ambiente desde la fase de diseño y durante todo el ciclo de vida del edificio. Por lo tanto, la certificación corresponde a un enfoque medioambiental global.

Estos enfoques también ayudan a desarrollar un espíritu más creativo y una dinámica positiva que mejora la moral del equipo gracias a los efectos directos en su productividad, salud, comodidad y bienestar. Los aspectos medioambientales están al mismo nivel que los aspectos humanos.

En constante evolución

Carillon d’Angélus apuesta por un enfoque activo de I+D, desde el viñedo hasta la bodega, desde las técnicas de viticultura hasta la invención de nuevos gestos.

La nueva bodega de Carillon d’Angélus se presta perfectamente a la experimentación de numerosos prototipos, desde el mostimetro electrónico hasta la lavadora de uvas… tantas pruebas que, si tienen éxito, equiparán a todas las bodegas en unos años, mejorando así el trabajo de los equipos, y sublimando los vinos producidos.

Tempo d’Angélus
En las próximas semanas, Tempo d’Angélus llegará a las estanterías del SAQ por primera vez en Canadá. GALLEON, agencia de importación de vinos finos, es su importador exclusivo, y ofrece la añada en formatos Magnum o Jeroboam a través de su tienda online.

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