Una casa en Barú, Bolivar diseñada para resaltar el clima y el paisaje de la región
Rodrigo Toledo / enero 13 - 2022

Desde mediados de la década de 1990, el arquitecto caleño Alberto Burckhardt ha diseñado casas en Islas del Rosario y Barú que le han permitido encontrar un lenguaje arquitectónico adaptado al clima y al paisaje del Caribe colombiano. Esos proyectos residenciales mezclan los principios estéticos y espaciales de la arquitectura moderna con elementos y técnicas vernáculas. Esta vivienda, de 600 metros cuadrados cubiertos, es uno de sus más recientes trabajos, y su diseño aún persigue este interés por una arquitectura mestiza.


Concebida para que los clientes vivan ahí sus años de retiro, está emplazada en un lote con un perímetro arborizado y una topografía que baja suavemente, con vista al mar. Estas condiciones paisajísticas y geográficas dan origen a la manera como la construcción ocupa la parcela y son aprovechadas de tal forma que se generan recorridos entre interior y exterior. En el acceso, un muro ciego oculta la casa. Al atravesarlo, un patio escalonado recibe a los habitantes y visitantes con un espejo de agua central que acompaña el movimiento descendente. Este vestíbulo a cielo abierto articula las diferentes estancias, donde un primer cuerpo de servicios se sitúa en el perímetro del solar.


escalonado acompaña el
acceso a la vivienda.
La zona social está definida como un volumen suelto con una cubierta de paja. Este espacio disfruta de una gran altura, lo que contribuye a mantener fresco el ambiente. A su vez, se integra con la piscina mediante puertas corredizas de madera y vidrio. En el centro del patio aparece una sala cubierta, que con pocos muros se convierte en una pausa en medio de la circulación. Las habitaciones están agrupadas en una construcción de dos niveles. Abajo, tres alcobas y un salón de estar se disponen de manera lineal, enfrentados a la vegetación cercana. Arriba, una oficina ubicada entre dos patios y la recámara principal, que se abre con una terraza que conduce la mirada al mar por encima de las copas de los árboles.

Al utilizar pocos materiales, la expresión del proyecto privilegia la geometría de sus volúmenes. Los muros pintados de blanco son complementados con un piso de baldosa gris, que disponen en todos los ambientes. Por su parte, el sistema constructivo de muros dobles ofrece un aislamiento térmico en el interior y permite ocultar las columnas de concreto que soportan las placas y cubiertas. Sobre los techos planos instalaron paneles solares.



Con esta casa, Burckhardt propone un ejercicio donde lo doméstico no se concibe simplemente como un refugio separado del entorno. Aquí, gracias a la disposición fragmentada y a las circulaciones descubiertas, se habita en medio del paisaje y del clima. La integración con la vegetación constituye una estrategia bioclimática que regula la temperatura, elimina el registro visual directo entre las diferentes estancias de la residencia y ayuda a reducir la escala de la construcción. Este proyecto divide sus espacios para unirlos a través de un paseo volcado hacia el agua: el estanque que recibe el acceso, la piscina que genera un palco hacia el panorama y el mar que se ve a lo lejos. ■


Cinco puntos para destacar
*Cómo los espacios son enlazados a través de un paseo donde el agua es protagonista.
*La equilibrada mezcla entre arquitectura moderna y técnicas vernáculas.
*El aprovechamiento de las condiciones paisajísticas y geográficas del lote.
*El hecho de emplear pocos materiales para dar protagonismo a los volúmenes de la casa.
*Cómo la vegetación está integrada con todas las estancias.
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Me encanta el blanco, .yo eliminaría las escaleras.