Una casa de verano a las afueras de Bogotá
Fotografia: Iván Ortiz. Producción: Diana Tovar. / marzo 18 - 2016

Arquitectos, José María Rodríguez e Ivonne Valencia, con la participación de Fredy Sierra.
Una notable zona de agua con distintos niveles, profundidades y proporciones, que incluye además un jacuzzi, da lugar a que todos encuentren el hábitat acuático en el que se sienten más a gusto.
Frente a la piscina y sus terrazas está el cuerpo principal de la casa, con una disposición lineal que tiene en un extremo la cocina cerrada y un núcleo de servicios para el área de la piscina; al centro, atendido por una barra de refrigerios y bebidas, está el comedor, que comparte el espacio abierto y ventilado con la sala.
Un estar de televisión y juegos separa la zona social de la habitación principal, donde la dueña está al tanto de toda la actividad de sus hijos, nietos y bisnietos.
Perpendicular a este tramo se extiende el ala de las alcobas con tres suites tipo hotel, donde se acomoda cada uno de los hijos con sus familias.
La escalera en el patio sube a la azotea, donde aparecen dos habitaciones de huéspedes. Esta casa, que en cualquier momento puede estar ocupada por treinta personas y su personal de apoyo, responde al criterio de abrirle sus puertas a todos en la familia en un ambiente para convivir y descansar siguiendo un sano principio de orden: las tres alcobas de los hijos mayores son idénticas, en la cocina se prepara un menú diario que no tiene apelación, y hay suficientes espacios para que todo esté en su lugar correcto, tal y como es habitual en un verdadero hotel mamá.