Una vivienda que asegura el confort y maximiza el respeto por la naturaleza
Linka News / septiembre 11 - 2024
Aprovechando al máximo este entorno excepcional, esta vivienda ofrece a sus residentes un espectáculo que evoluciona con las estaciones, desde los colores brillantes del otoño hasta el verde despertar de la primavera. La pareja ya poseía el terreno desde hacía más de cinco años cuando acudieron a Thellend Fortin Architectes para construir su segunda casa.
En aquel momento, el solar estaba ocupado por un antiguo edificio que ya no era adecuado para las necesidades de la familia. Sin embargo, los padres y los hijos siguieron apegados a este rincón del paraíso, donde comparten muchos recuerdos y aficiones. Naturaleza exuberante, impresionantes vistas a las montañas, actividades culturales y físicas a su alcance: para ellos era imposible marcharse. Así que se tomó la decisión de demoler el antiguo lugar y reconstruirlo siguiendo sus pasos.
Entre las primeras conversaciones y la llegada de los propietarios, se fueron realizando varios bocetos para garantizar la realización de un proyecto que satisfaga sus necesidades, es decir, disponer de un lugar privilegiado donde la familia y los amigos puedan reunirse lo más cerca posible de la naturaleza.
Partiendo de la idea de que todo ya estaba presente en el lugar y de que no es necesario añadir nada, los arquitectos se enfrentarán a varios retos durante el proceso de diseño, entre ellos: la definición de un estilo arquitectónico que combina la visión tradicional de los clientes con las líneas racionales de la arquitectura contemporánea; la creación de un vínculo entre el terreno elevado y la calzada inferior; preservando la privacidad familiar de los vecinos más cercanos, al tiempo que se garantiza la máxima conexión con el paisaje distante.
La nueva arquitectura de la vivienda
Los arquitectos realizaron un trabajo integral sobre los tres componentes de arquitectura, interiorismo y paisajismo con el objetivo de definir un lenguaje coherente, que combine el ambiente cálido y chic deseado por los propietarios y el enfoque funcional de la arquitectura contemporánea.
La geometría elemental del proyecto está animada por un juego de llenos y vacíos, salientes y huecos, alternando zonas más protegidas y más abiertas. La verticalidad dominante se enfatiza mediante el ritmo de las lamas de madera y las aberturas de la fachada, y se equilibra mediante una serie de gestos horizontales, en particular la proyección de las marquesinas y la galería perimetral.
Por otro lado, la topografía del terreno se aprovecha para diseñar un paseo que serpentea suavemente entre los árboles. Este paseo conduce desde la vía pública a un terreno privado para dar servicio a la residencia y su pabellón de jardín (que incluye un salón de verano y una piscina al aire libre), antes de elevarse para rodear el edificio principal.
Otro dato del nuevo diseño es el deseo de los clientes de una entrada «majestuosa», petición que se refleja con la planta baja con la doble altura del vestíbulo de recepción. Este detalle, combinado con un pasillo bajo la terraza en voladizo, marca el contraste entre el exterior y el interior, la sensación de estar enclavado en el bosque y la de ser atraído hacia el cielo.
Dentro de la residencia, el nivel del jardín, el primer piso y el bel étage suceden, en analogía con la composición tripartita de los bosques. Así, el nivel del jardín ancla la casa al suelo como las raíces de un árbol y da la bienvenida a sus ocupantes en un espacio reducido, donde las habitaciones están divididas una a una.
La primera planta es la más libre y despejada. Aquí, los espacios de vida se despliegan entre los muebles, evocando la idea de un paseo por el bosque. Todos los caminos son posibles, la mirada se desliza sin detenerse, las vistas se multiplican por todos lados.
El piso superior, el nivel más privado, se encuentra enclavado en el dosel. Los dormitorios están servidos por un entrepiso que da al comedor. Cada uno de ellos ofrece un marco hacia un paisaje lleno de matices, como tantos nidos escondidos en el follaje.
Una escalera escultórica de metal une las tres plantas en un único movimiento fluido, que evoca el de una hoja de papel doblada. La diagonal que dibuja, única en el proyecto, la convierte en un punto destacado de la experiencia espacial del usuario.
Los materiales y acabados de la obra
Los acabados específicos refuerzan sutilmente el contraste entre el interior y el exterior mediante una paleta de materiales resumida. En el exterior, los paneles de metal, los revestimientos de madera y las losas de hormigón presentan un aspecto crudo y un acabado mate.
En el interior, las superficies reflectantes como el hormigón encerado, las carpinterías barnizadas, el mármol pulido y las paredes de cristal maximizan la luz natural. Los tonos sobrios y claros, desde el blanco hasta los tonos de gris, se combinan con la calidez natural de los suelos, los techos y los marcos de las ventanas de roble.
También la mayor parte de los elementos de mobiliario, como encimeras y armarios, se integran en el proyecto arquitectónico, siempre con una preocupación constante por la coherencia y la sencillez. Los elementos técnicos, como la calefacción y la iluminación, se ocultan tras revestimientos de paredes y falsos techos, los primeros combinados con un sistema de calefacción por suelo radiante.
Además, el planteamiento medioambiental privilegia las soluciones lógicas y racionales, en consonancia con el espíritu del proyecto y su contexto. La ubicación del nuevo edificio sobre los cimientos del antiguo garantiza un impacto mínimo en el lugar.
En esta obra la conservación de los elementos existentes se pone al servicio del proyecto, el paisajismo se enriquece con la presencia de árboles maduros y la topografía contribuye a la secuenciación de los espacios. De este modo, la compacidad del edificio maximiza las ganancias energéticas, a pesar de su gran superficie.
Todas estas características, combinadas con una propuesta arquitectónica y paisajística justa y sin extravagancias, aseguran la longevidad del edificio, sin que ello suponga la implantación de tecnologías fuera de escala. Coherente de principio a fin, pensada en cada aspecto desde su integración en el vasto paisaje hasta el más mínimo detalle de herraje, la casa Orford asegura el confort de sus habitantes con el máximo respeto por la naturaleza.