México, playa y diseño
fotografía: cortesía estudio 240 Texto: RAMÓN ANDRÉS NIVIA / enero 5 - 2017
Esta casa de playa ubicada en Ixtapa, Zihuatanejo, México, se convirtió en un laboratorio de diseño para la arquitecta Kalinka Mikel y la diseñadora de interiores Mariana Rivera, directoras de la firma Estudio 240 y responsables de su remodelación. Sus propietarios querían darle un aire más contemporáneo después de treinta años, además de incorporar materiales naturales que generaran confort.
Por ello, las proyectistas crearon diversas piezas de mobiliario diseñadas milimétricamente para cada espacio, como la imponente mesa de centro del salón principal, de mármol negro, hierro y madera; muchas de estas creaciones son ahora parte de una nueva colección de la firma Dupuis.
Uno de los limitantes que encontraron fue la imposibilidad de modificar la fachada. “La casa está dentro de un desarrollo urbanístico construido hace varios años, que tiene estrictas normativas respecto a mantener su imagen. Debíamos conservar sus colores naranja y morado, por eso la paleta interior es neutra, para que no parezca que queremos separarnos de lo que pasa en el exterior”, explica la arquitecta Mikel.
Aquí los materiales protagonistas son la madera parota utilizada en la mayoría del mobiliario –también recubre algunas paredes–, el mármol Travertino Veracruz en la totalidad de los pisos –incluso para enchapar la piscina– y la técnica de baba de nopal para los muros. Esta última es “un acabado muy artesanal, una mezcla de concreto con pigmentos que se aplica con mucho cuidado y que, al final, da la textura del estuco. Su resultado no es muy uniforme para que dé volumen a los espacios. La utilizamos en toda la casa, menos en la fachada”.
Para ingresar a esta vivienda de descanso de dos niveles, los invitados deben tomar un ascensor que entrega al hall de acceso en el segundo piso –donde están contenidos los ambientes sociales–. Allí, una celosía de madera, dos tablas de surf hechas con mármol a manera de esculturas y muros recubiertos de madera parota componen este lugar que se convierte en el abreboca del espacio más importante: el salón. A diferencia de otros proyectos, el primer piso está reservado para albergar las cuatro habitaciones. El salón cuenta con uno de los trabajos de remodelación más destacados del proyecto.
La bóveda original fue remplazada por una elaborada palapa –elemento común en el trópico– compuesta por una estructura de madera y un tejido de palma que ayuda a que se perciba más cálida y liviana. “Además, en los extremos ubicamos iluminación indirecta perimetral para dar la sensación de que está flotando”.
Todos los pisos fueron remplazados por mármol Travertino Veracruz y en lugares como el hall de acceso o el salón, con solo cambiar la orientación del material, crearon una suerte de “tapetes”. “Los hicimos con piezas de mármol cortadas a mano, su forma está inspirada en las construcciones prehispánicas de México”.
A través de una propuesta de interiorismo bien lograda, donde por ejemplo los muros del segundo piso manejan tonos grises porque reciben más luz natural, a diferencia del primero que tiene más sombra y por ello emplean colores más claros, se demuestra la importancia de un diálogo diáfano y fluido entre arquitectura y decoración para lograr un proyecto integral, donde todo hable un mismo lenguaje y se complemente.
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