Con un interiorismo bohemio, este apartamento fue remodelado en Bogotá
María Juanita Becerra / octubre 26 - 2023

Con la premisa de que la arquitectura contemporánea carece de ciertos adjetivos presentes en los espacios domésticos del siglo XX, la actual propietaria de este apartamento lo adquirió tras una larga espera con el propósito de convertirlo en su hogar.

“Los clientes anhelaban vivir en ese edificio, que, a pesar de haberse construido en la década de los cincuenta, se conserva gracias no solo a la calidad de sus materiales y elementos constructivos, sino también a que se encuentra incluido en el acervo de bienes e inmuebles de interés cultural de la ciudad”, comenta Lucas Oberlaender, arquitecto encargado del interiorismo del proyecto y fundador de Lucas Oberlaender Arquitectos.

La intervención se basó en la actualización de algunos aspectos del apartamento, con la finalidad de que respondiera a las necesidades de su nueva propietaria. En este sentido, una de las actuaciones más importantes en términos espaciales fue la supresión de muros divisorios en la zona de servicios, donde anteriormente se ubicaban la cocina y el cuarto de ropas, para así crear una nueva espacialidad, completamente renovada.

La transformación del apartamento
“Aquí el reto consistió en aprovechar el área disponible, evitando la aparición de espacios subutilizados o desperdiciados. Vale la pena recordar que estos inmuebles, representativos de la arquitectura moderna de mediados del siglo pasado, son enormes en comparación con los apartamentos de hoy en día”, explica Oberlaender.

Con esto en mente, el arquitecto introdujo en la zona social una pieza bastante singular. Se trata de un mueble de madera dotado de características escultóricas, en torno al cual el espacio comenzó a transformarse.

Dicha pieza, cuya forma es lineal y a la vez irregular, articula las relaciones visuales y espaciales entre la cocina y la sala. Así, por ejemplo, el costado frente a la cocina complementa la utilidad práctica de esta mediante la disposición de un mesón elaborado en piedra natural —granito—, en tanto que el lado que se ubica a un margen de la sala alberga una serie de nichos que sirven bien sea como bar o para exhibir objetos decorativos.

Otra de las modificaciones realizadas a la cocina original fue la incorporación de un ambiente para desayunar, lugar que se sitúa a un extremo de esta, reinterpretando —y remplazando también— la consabida isla, que ahora es parte esencial de las cocinas contemporáneas.
En el mobiliario escogido para este espacio, tan atemporal como clásico, sobresalen la materialidad de origen natural y las sillas Thonet, un modelo icónico creado hace más de un siglo en Occidente.

Los muebles que ocupan los demás espacios —sala, comedor, tres habitaciones y estudio— hacen eco del clasicismo del ambiente para el desayuno y del apartamento en general. “La mayoría se adquirieron antes de la remodelación, en tanto que otros se sugirieron como complemento a lo existente”. Estos se caracterizan por una paleta de colores sobrios, algunos opacos, otros claros, y el uso de materiales de origen natural, como el cuero y la madera.

Tanto el piso —salvo el de la cocina— como la carpintería arquitectónica se restauraron por completo, buscando que las modificaciones realizadas tuvieran armonía con el todo. Para el arquitecto era fundamental que cada cambio, por más mínimo que fuera, no resultara disruptivo, y que, por el contrario, significara una oportunidad para optimizar las condiciones espaciales, la iluminación y la ventilación naturales, entre otros aspectos inherentes a la buena arquitectura.

Conocer los valores históricos de una obra es una de las claves para llevar a cabo proyectos de remodelación como este, cuya mayor virtud es partir del pasado para transitar un camino propio.
Cinco puntos para destacar de este apartamento
1. El proyecto reconoce y pone en valor lo existente, creando una espacialidad renovada y acorde con las necesidades de la propietaria.
2. Uno de los elementos más importantes del proyecto es el mueble del vestíbulo, que genera una relación espacial y visual singular entre la cocina y la sala.
3. El piso de la cocina fue el único que se tuvo que remplazar por completo. No obstante, el arquitecto halló uno que se mimetiza con el original.
4. Los muebles, así como la arquitectura, son refinados; abarcan modelos de corte clásico, elaborados en materiales de calidad.
5. El carácter bohemio de este apartamento define su estilo particular, reflejo de las personalidades de sus dueños.