Álvaro Catalán de Ocón
Fotografía: Archivo Particular. Texto: Luis Felipe Barrientos. / junio 18 - 2014
El madrileño Álvaro Catalán de Ocón, diseñador industrial galardonado con el primer premio del Design Plus Award en 2007, de la feria Light+Building en Fráncfort, y el Design Report Award en 2010, se caracteriza por la expresividad estética, la pureza formal y el sentido práctico de sus productos. Cada uno de sus diseños revela el material utilizado, la versatilidad del proceso de fabricación y el diálogo con el usuario.
En 1999, Catalán de Ocón se graduó de Administración y Dirección de Empresas. No obstante, ese mismo año inició sus estudios de Diseño Industrial en el Istituto Europeo di Design, en Milán, para un año más tarde trasladarse a Londres y continuar su formación en la Central Saint Martins College of Arts and Design.
“Lo que me acercó al diseño fue mi interés por la arquitectura, la pintura, la escultura, la música, el cine…, creo que ese bagaje con el que llegué le ha dado una perspectiva diferente a mi trabajo”, afirma Catalán de Ocón.AXXIS lo entrevistó en exclusiva.
¿Qué lo motiva y apasiona del diseño de objetos?
No me considero un diseñador formalista y por lo tanto no es la imagen del producto lo que me motiva. A lo largo de mi carrera he identificado diferentes actitudes en cuanto a cómo me enfrento a un proyecto.
Por un lado están los basados en el material o en el proceso de producción, como la mesa Prima, donde la solución mecánica se convierte en el ornamento de la misma. En otros, como Cornucopia, Candil o La Flaca, parto de aspectos más poéticos y el punto de inspiración proviene del modo en el que se interactúa con la pieza y los recuerdos de esa experiencia, la creación trasciende al propio objeto y entra en el campo de la memoria y la narrativa.
Por último y especialmente en el reciente trabajo que he desarrollado en Colombia, la PET Lamp, se ha añadido un fuerte componente social y ecológico, además de colaborar con artesanos y no únicamente con la industria.
En la actualidad, ¿quiénes son sus principales referentes y cómo han influenciado sus proyectos?
De los clásicos, Castiglioni, Enzo Mari, Munari, los Eames…, los considero mis bases. De generaciones posteriores, sobre todo a Jasper Morrison, por su cálido minimalismo y rigor, y Maarten van Severen, por cómo gestionó su estudio, que pasó de la autoproducción a su colaboración con Vitra, justo antes de su muerte prematura.
Recuerdo que el grupo holandés Droog Design fue como un jarro de agua fría cuando lo descubrí en mi primera Feria de Milán hacia el 2000.
Cuéntenos sobre su proceso de diseño…
Resulta muy difícil entender tu propio método o de dónde proviene la inspiración. Creo que en mi caso se basa principalmente en la observación y el análisis. Luego es un proceso mental donde todos esos influjos conviven en la cabeza y de las colisiones entre ellos surgen las chispas para comenzar a trabajar.
No suelo dibujar casi nunca, ni hago estudios de mercado ni uso ninguna de esas técnicas que recomiendan en la universidad. Algo que me ayuda es enfrentarme a un único proyecto al año; me permite concentrarme y llegar hasta el fondo, abarcar todas las fases de lo que supone su materialización.
¿Cuáles de los objetos que ha diseñado son sus predilectos?
Quizá de todos sea Cornucopia la que más me ha marcado. Fue un producto de fin de carrera y me ha guiado por muchos años, transformándose en otros proyectos como el Candil o La Flaca.
En ella el principio del reduccionismo está llevado al límite y autoproducirla supuso la mejor escuela posible ya que concentra en sus tres piezas los procesos básicos: el corte, plegado y acabado de plancha metálica; el estampado de una pieza de caucho a partir de un molde, y el torneado de una barra de latón.
PET Lamp también ha sido muy especial ya que el objetivo era diseñar un método de trabajo para transformar una botella PET en una pantalla para una lámpara. Debía ser fácilmente comprensible por cualquier artesano, sin necesidad de herramientas complejas y exportable a cualquier lugar del mundo.
¿Cómo ha desarrollado su carrera en España en un época de crisis económica?
Gracias a la globalización hoy se llega a un mercado antes inaccesible. Soy consciente de que mis productos son de nicho, pero ahora puedo tocar una inmensa minoría. En cuanto a la crisis, en general nos ha permitido producir de manera local ya que las industrias abren las puertas para fabricar en pequeña escala, algo que no ocurría.
¿Cuáles son sus planes? ¿En qué tipo de proyectos le gustaría estar involucrado?
Realmente me cuesta trabajo pensar cómo será mi futuro. Quisiera dar continuidad al proyecto PET Lamp y llevarlo a otros países.
En estos momentos estamos desarrollándolo en Chile y se han abierto puertas para Japón, Guatemala, México. Este año voy a intervenir un objeto industrial con una técnica textil artesanal.
Aún queda algo para su desarrollo, pero la idea consiste en presentarlo en la Feria del Mueble de Milán, en la Galleria Orlandi. Lo bueno es que estoy en la fase de la duda y eso quiere decir que algo hay en él que merece la pena.