Narrar historias con la cerámica: la propuesta del estudio La Bestial en Medellín
Natalia Pedraza Salamanca, redactora de AXXIS / junio 19 - 2024
En 2008, el diseñador industrial Luis Bernal comenzó a estudiar cerámica en su afán de quedarse en Europa, después de terminar su máster en Diseño de Producto en Elisava. Nunca imaginó que se enamoraría de este oficio.
Durante su estancia en Barcelona, el colombiano tuvo la oportunidad de vincularse a la firma del diseñador industrial español Curro Claret, quien lo invitó a una exposición de Xavier Mañosa —del estudio de cerámica Apparatu—.
“Le ofrecí trabajar gratis con tal de aprender. El cuento de la cerámica me transformó la vida por completo. Era mi obsesión. Luego tuve la oportunidad de unirme un par de meses al taller de Claudi de José Gomar, maestro moldista y presidente de la Asociación de Ceramistas de Cataluña, donde me enamoré de la elaboración de moldes y del trabajo metódico y pulido”, comenta Bernal.
Así, el diseñador completó las bases para recorrer su propio camino y fundar La Bestial, en 2012, en Medellín. “Mi único propósito era disfrutar mi proceso y realizar las piezas cerámicas que quisiera en mi casa y vender a quien se sintiera identificado con mi trabajo”, manifiesta.
«El objetivo de este estudio es contar una historia con cada diseño, conectarse con las personas y, ante todo, disfrutar de su pasión. “No tenemos un concepto, línea o estilo. Simplemente, queremos expresarnos por medio del material”.
El diseño de La Bestial
Aunque la especialidad del estudio es la iluminación, la firma empezó diseñando artículos decorativos. Un clásico de esta etapa es Estripado, un vaso con una curiosa forma que ha acompañado a La Bestial desde sus inicios y, como ellos lo describen, “es un objeto para atesorar”.
Su proyecto más retador en términos técnicos fue la realización de una serie de luminarias para la oficina en Medellín de una reconocida cantante de reguetón, proyecto en el que contaron con la colaboración de la firma Laboratorio Inmobiliario.
Estudiar a la artista fue el comienzo del proceso creativo para este proyecto. Luis explica que al imaginar cómo sería una buena fiesta con su música, visualizó un atardecer en las murallas de Cartagena. “Pensé en esos tonos azules que pasan a rosa y naranja en la tarde, y quise eso: un atardecer”, puntualiza.
Pero ¿cómo transformar ese momento en una luminaria? Pensó en una nube. “Por alguna razón, esa biblioteca mental me trajo una dona y se me ocurrió glasear con azúcar la nube y ponerle chispitas de colores. Cada una tiene chispitas en lustre de oro real”.
Con una visión clara hacia el futuro, La Bestial se enfoca en el desarrollo de productos de iluminación y en la expansión de su catálogo —han diseñado y desarrollado una oferta con casi 200 opciones de tonos, tipos de esmaltes y acabados especiales—.
Además, ahora incursiona en los acabados arquitectónicos con una plasticidad formal única, con el propósito de expandir sus posibilidades. Sin embargo, el verdadero tesoro del estudio es su equipo humano, compuesto por talentosos artistas plásticos que, gracias a su visión, transforman los productos en piezas poderosas.