Con apenas 30 años ya ha trabajado en China, Singapur, Hong Kong e Italia y ha expuesto su trabajo en 17 ferias de diseño internacional en las que ha ganado importantes premios y reconocimientos; por ejemplo, recientemente fue seleccionado como mejor diseñador extranjero en los German Design Award 2013
Reinhard, de madre colombiana y padre alemán, estudió en el Colegio Andino de Bogotá y a los 18 años ingresó a la Universidad de los Andes para conocer lo que él llama “una mezcla entre diseño e ingeniería industrial”. Muy pronto se le abrieron las puertas del exterior: en 2003 arribó a Fráncfort para estudiar diseño en la Hochschule für Gestaltung Offenbach am Main y luego fundó Reinhard Dienes Studio, donde crea productos para diferentes compañías europeas y asiáticas.
Con la idea de fabricar una silla de diseño económica, que pudiera comercializarse por Internet, se lanzó al mercado. Al resultado lo llamó Juan, una silla plana de plástico inyectado que se arma y se desarma y de la que, en los últimos tres años, se han vendido 30.000 unidades. “Los diseñadores decimos que una silla es lo más complicado que hay y lo más ambicioso que uno puede diseñar –cuenta–. Existen miles y hacerla constituye un reto muy grande porque no solo tiene que ser funcional, cómoda, fácil de transportar y estar hecha con el material correcto, sino que también debe ser interesante y tener la capacidad de contarte una historia”, afirma.
Con Juan nació su estudio de diseño, el cual se ha dedicado a la creación de muebles y accesorios que se adapten a diferentes espacios y usos. Reinhard, quien hasta el año pasado estuvo trabajando únicamente en Alemania, llegó hace poco a Colombia con la idea de acercar el diseño a la gente: “Siempre había querido venir a diseñar, me eché al agua y me recibieron con las puertas abiertas. Aquí la mano de obra es muy buena, solo se necesita mezclar bien los componentes para lograr un buen resultado”, dice.
Tonic, un mueble de madera con ocho diferentes cuerpos, es el primer proyecto que desarrolló en el país junto con la empresa Stapel and Brune. “Un objeto se debe adecuar a las necesidades que uno tiene en la casa, por eso cada persona definirá el uso de este mueble”.
Dienes sostiene que desde Colombia se pueden realizar productos originales de alta calidad. Gracias a este sueño, ahora su vida transcurre entre Fráncfort y Bogotá, la ciudad en donde anhela generar una estrategia de mercadeo que permita enseñar sobre los procesos de selección de materiales y el mecanismo de producción que se emplea en Europa. “Tenemos que ser innovadores y hacer que las empresas empiecen a apostarle al diseño porque le han tenido un poco de miedo –asevera–. Además, es importante entender que un objeto de diseño no tiene que ser costoso”.