Atraído por la vinculación de ubicaciones geográficas, Mañes Rubio, diseñador industrial de la Universidad Antonio Nebrija, decidió emprender en enero del presente año, un viaje a lo largo y ancho del río Yangtsé con el propósito de recolectar diferentes piezas que lograran representar los complejos y grandes cambios que han ocurrido en esa extensa área china.
Durante el tiempo que duró su travesía, el artista consiguió llegar a zonas remotas que habían sido inundadas por el embalse de Las Tres Gargantas y que dejaron 19 ciudades y 322 pueblos bajo el agua. La idea surgió precisamente de esta catástrofe y del abandono por parte del estado. Por esta razón el diseñador quiso reconocer estas locaciones, sus historias y cambiar la noción que los turistas tienen sobre los objetos que más conocen de esta civilización.
La exhibición logra elevar los elementos y las piezas tradicionales a otro categoría permitiendo que el espectador descubra otra realidad, le de un nuevo significado y estreche su relación con el objeto gracias a la manera en que Mañes consigue exponer y contar la historia de una forma completamente nueva y única.
Entre las piezas que se destacan de la exposición están dos recipientes que contienen agua del río y que simbolizan a Fengdu, un pueblo fantasma arrasado por el agua y convertido en un lugar sagrado. El artista decoró los recipientes con motivos típicos de China y hace una comparación entre el elemento sagrado que es el agua, mientras que el envase representa el conflicto entre tradición y progreso.
También se puede apreciar un taburete que representa el trabajo de una pareja de agricultores que luego de perder su cosecha por las inundaciones se ven obligados a convertirse en carpinteros y trabajar para un fabricante local. Tras este encuentro Mañes Rubio tomó cuatro pedazos de madera de la pequeña e improvisada fábrica para armar un banco diseñado sin clavos como popularmente se hacen en esa región de China. No faltan los faroles de papel que desde la antigüedad han sido utilizados para las celebraciones y que en esta ocasión el artista une y deja en blanco para transformarlos en una única unidad que personifica las diferencias entre lo individual y lo colectivo.
Y de este modo va transcurriendo el recorrido por esta exposición en donde cada dibujo, objeto, imagen e instalación se convierten en los narradores del trayecto hecho por un diseñador inquieto y curioso por conocer y entender las costumbres de un pueblo a través de sus creaciones.