Una antología personal: la diseñadora colombiana que brilló en Milán
Mateo Arias Ortiz, editor digital de AXXIS / junio 3 - 2024

En la tarde del 16 de noviembre de 2023, en Londres, una colombiana sonreía. Después de tres años de trabajo, ese día se inauguraba en la galería 32 St. George at Lamb la exposición con la que la diseñadora Lucía Echavarría pretendía enaltecer la cultura de su país. La instalación tiene como título Magnetic Midnight Maison: a personal anthology of Colombian craft, que en español se traduce como Una antología personal de la artesanía colombiana.
En esta exposición, que irá hasta noviembre del presente año en esta prestigiosa galería, Echavarría reunió el trabajo de más de 80 artesanos —de diez lugares del país— en unas 120 piezas únicas e irrepetibles, todas diseñadas por ella y desarrolladas por manos colombianas. Estos muebles y objetos están hechos con más de 12 estilos y técnicas.

Lucía Echavarría estudió Literatura Comparada e Historia del Arte en la Universidad de Brown (Estados Unidos). Sin embargo, siempre le interesó el diseño, e incluso hizo cursos de bordado en la École Lesage, en París, y también aprendió sobre incrustaciones en madera en la Escuela de Artes y Oficios Santo Domingo, en Bogotá.
Sus experiencias en la galería Christie’s y en el Guggenheim, en Nueva York, así como en el Musée des Arts Décoratifs de París y en el estudio de la diseñadora Ranjana Khan, terminaron de completar su formación en el diseño.

“Recuerdo que comencé a visitar ferias como Expoartesanías cuando era niña. Desde entonces supe que me interesaba la expresión colombiana y, de hecho, hay artesanos con los que tengo contacto desde esa época”, cuenta Lucía Echavarría.
Por esa razón, hace unos diez años, comenzó a trabajar en sus primeros diseños: accesorios de moda como carteras y diademas. Luego pasó al diseño industrial y logró hacer bandejas, cajas o cojines. Ese fue el origen de lo que luego sería Magnetic Midnight Maison.

“Quise llevar mis creaciones a un formato más grande, y después de mucha investigación y una larga etapa de prototipado, empecé a hacer esta colección porque quería trabajar con más artesanos y explorar toda la belleza de la manualidad en Colombia”.
El reto estuvo en encontrar la manera de explotar su potencial creativo, sin saltarse los valores importantes de la tradición artesanal. “No quiero cambiar lo que ya existe, sino exaltarlo, llevarlo a su límite. Soy respetuosa: no voy a utilizar colores o formas que ellos no usarían. Son mis diseños, pero se enmarcan dentro de lo tradicional”.
Detalles de las piezas del estudio de la diseñadora
Esta colección tiene piezas como sillas, sofás, otomanas, hamacas, lámparas, mesas, biombos y tableros de backgammon —tradicional juego de mesa oriental—. Las técnicas que usó Echavarría, o mejor, los artesanos según su diseño, fueron la talla en madera sikuani, típica en el departamento del Meta.

Las incrustaciones y tejido de cuencas de Sibundoy (Putumayo), la marquetería de tamo de Pasto (Nariño), el tejido de palma estera de Chimichagua (Cesar), el tejido caña flecha de Tuchín (Córdoba), el tejido de hamacas de San Jacinto (Bolívar), el tejido de palma de iraca de Usiacurí (Atlántico), el tejido wérregue del Chocó, y la cestería enrollada del municipio de Guacamayas (Boyacá).
Para Echavarría, estas piezas son como obras de arte. “Por más que uno quisiera hacer el mismo sofá dos veces sería imposible, así que decidimos que cada objeto fuera único. Lo artesanal tiene eso; uno encuentra algo de lo que se enamora en un viaje, por ejemplo, y se lo lleva para su hogar. No tendría sentido que luego se pudiera ver el mismo mueble en la casa de un amigo”, enfatiza.

La extracción de los materiales, en su mayoría naturales, es respetuosa con el medio ambiente. La palma de iraca es cultivada, al igual que la de wérregue; es decir, sus hojas no se obtienen de palmas que crecen silvestres. Los tintes que usan son naturales y la madera con la que se fabrican los muebles está certificada.
Recientemente, Echavarría tuvo que producir una nueva serie de piezas de Magnetic Midnight Maison para exhibirlas en Alcova, una feria satélite del Salón del Mueble de Milán, que este año se instaló en la Villa Borsani, una casa modernista ubicada en Varedo, al norte de Milán, diseñada por Osvaldo Borsani en 1945 para su familia.

“Esto representó un nuevo reto, pero también una alegría”. Lo curioso es que, gracias a estas oportunidades, toda la muestra del trabajo de la colombiana está en Europa. No obstante, eso no significa que en Colombia no se pueda acceder a sus diseños. A través de su cuenta de Instagram —@magneticmidnightmaison—, y exclusivamente por encargo, se pueden hacer pedidos a esta boutique que promete instalarse con fuerza en el panorama del quehacer artesanal en el país.
Muchas felicitaciones a Lucía y su trabajo con los diferentes artesanos del país.
preciosas artesanías. -te felicito y te deseo suerte
Excelente trabajo…se nota la formacion de la Escuela de Artes y Oficios Mario Santodomingo