Este apartamento en Bogotá es un lugar para la contemplación y la calma
Ramón Andrés Nivia, editor de la revista AXXIS / diciembre 12 - 2024

“Este proyecto se centró en crear un espacio donde lo contemporáneo armonizara con la calidez de los materiales, buscando una atmósfera que invitara al descanso y a la contemplación”, explica Sofía Vera, diseñadora responsable del interiorismo y remodelación de este apartamento en Bogotá. Para lograrlo, recurrió al uso de la madera, textiles suaves y detalles artesanales, elementos que reflejan una conexión con lo natural, mezclados con muebles esculturales y líneas limpias que aportan sofisticación al ambiente.

En una esquina de la sala sobresale una lámpara de techo de Alta Estudio, firma fundada por el diseñador Alejandro Tapias, que “no solo ilumina el espacio, sino que introduce texturas artesanales que dialogan con la luz natural”.
Los desafíos de la remodelación del apartamento
Uno de los principales retos que enfrentó Vera en este proyecto fue equilibrar la funcionalidad con la búsqueda de una estética fluida y escultórica. “Usamos mobiliario que, aunque llamativo por su diseño, no debía comprometer la comodidad ni saturar el espacio”. También tenían que plantear una distribución que permitiera la circulación, sin sobrecargar visualmente las áreas.

La diseñadora de interiores utilizó formas curvas y materiales cálidos —como se aprecia en esta sala— para plantear esa fluidez visual, con el fin de componer ambientes acogedores que dialogan entre sí. “La paleta de colores neutros y naturales, con un pop of blue, junto a una selección cuidadosa de piezas claves, como el espejo con marcos pronunciados y el sofá a rayas, crea una armonía entre lo tradicional y lo moderno”. Este juego de texturas permite estructurar espacios con una estética sobresaliente, “sin necesidad de recurrir a tonos muy fuertes”.

Entre las estrategias que Sofía implementó —y que son recurrentes en sus trabajos— están elegir una paleta de colores natural y uniforme para dar cohesión a los ambientes, combinar diversas texturas para generar una sensación de profundidad, aprovechar la luz natural al instalar cortinas livianas que permitan su paso tamizado y, quizá la principal, no recargar los espacios con elementos decorativos.