El proyecto, que es un diseño de los canadienses Les Ateliers Guyon, fue un encargo del ayuntamiento de Vercheres, el pueblo natal de la cabeza de la firma, Felix Guyon. El monumento es un homenaje a las familias fundadoras de ese pueblo en 1670, y su estructura urbana está inspirada en el viento y el agua que hacen parte de su historia.

«Cuando el municipio me solicitó que realizara este proyecto estuve muy emocionado e inspirado. Que me dieran la oportindad de trabajar en un monumento en honor al pueblo de mi infancia y de sus antepasados fue un sueño y un modo de darle las gracias a los que construyeron el lugar que hoy amo», aseguró Guyon.

El concepto es simple: una obra inusual donde la gente se pudiera sentar cómodamente y contemplar el sonido del viento y las olas a las orillas del río St. Lawrence. Con estos conceptos claros, el diseñador creó una banca que integra mobiliario urbano y funcional. Fue así como imaginó las majestuosas velas en roble blanco, hormigón y metal. El roble elegido por Guyon es la misma madera que se utilizó en el siglo XVII para la construcción de  veleros y barriles.

El resultado final es poético y estructuralmente resistente para las diferentes y fuertes condiciones climáticas, sin embargo, lo más simbólico y significativo es que fue hecho por artesanos locales. Unos bancos de vela creados para dejar navegar la imaginación. 

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