Autodenominado como un corredor de aventura, Esteban Gómez (1978) se graduó como ingeniero de diseño de la Universidad EAFIT de Medellín en el 2005. A esto le sumó un diplomado en gestión de servicios urbanos de la universidad Cergy Pontoise de París. Durante una corta estadía en la fría capital colombiana, trabajó en el sistema de transporte público Transmilenio. En el 2008 decide regresar a su ciudad natal, Medellín, y fundar finalmente su primera empresa de diseño a la que llamó Perceptual.
Desde allí, Gómez empezó a desarrollar una estética urbana, fresca y utilitaria, con una leve influencia estética industrial de mobiliario doméstico. Fue aquí donde piezas como el aparador Magneto, la silla Vest y el sofá Robin nacieron. La empresa fue creciendo y llegaron más cabezas. También llegaron premios de diseño y una clientela que demandaba una oferta más amplia. “Esta experiencia me dio todas las herramientas para emprender esta gran aventura”, comenta Gómez. La gran aventura a la que se refiere, es la de dejar a un lado la marca que vio nacer y crecer, he independizare. “Hoy mi oficina es móvil, decido trabajar mientras descubro el mundo. Me sumerjo en mis proyectos e inspiro mí trabajo en mis experiencias. Mi base es una casa en los Andes Colombianos cerca de Medellín. ¡Todos necesitamos un lugar que podamos llamar hogar! Desde aquí, puedo ir a cualquier parte a trabajar”, añade.
Con piezas como la silla teje, y las colecciones Dot, Irene y P-work PEG, Esteban Gómez deja ver una predilección por el punto y por el color amarillo. La primera, se evidencia en la forma circular de los acabados en cada pieza, es casi como un sello de autor. La segunda, es un detalle que, según Gómez, llama la atención. Y sí que la llama, además de ser un color que le gusta, le da un hilo conductor a su trabajo, el cual afirma ha sido influenciado por diseñadores como: Charles y Ray Eames, los hermanos Bouroullec, Jasper Morrison y Naoto fukasawa.
Se describe a sí mismo como un diseñador simple, funcional y consciente y afirma que lo que más disfruta de su trabajo es la permanente curiosidad por experimentar cosas nuevas y por entender el porqué de todo lo que nos rodea. Pero es la estigmatización que tiene el diseño como una disciplina relacionada con la moda y las tendencias con lo que no está de acuerdo. “Para mí el diseño es el día a día y es la relación con nuestros objetos cotidianos que pasan desapercibidos simplemente por que funcionan bien.”, concluye.
El trabajo que ha desarrollado Gómez en la última década, está grabado en el inconsciente colectivo de quienes siguen el desarrollo del diseño independiente en Colombia. Ahora, desde un espacio más libre, el diseñador emprende una nueva etapa en su vida.