Renovada y con un nuevo impulso esta plataforma pretende, una vez más, presentar las mejores creaciones e ideas holandesas a una audiencia internacional curiosa por observar  fórmulas exitosos relacionadas con el mundo del diseño, en esta oportunidad la atención se centra justamente en la innovación y la experimentación, más que en los objetos terminados.
En medio de un ambiente informal y bajo la dirección artística de Margriet Vollenberg y  Konings Margo, especialistas en la organización de espacios para el diseño, se adecuó la torre del reloj en Eindhoven para albergar las mejores propuestas de una semana dedicada a este arte y que llega a su doceava edición este año. La construcción industrial, antiguamente una fábrica de Philips, está localizada en una de las zonas más creativas. Durante la feria se convierte en uno de los lugares que más se destacan con un área que se extiende sobre cinco mil metros cuadrados de pura exhibición.
Diseños en todas las formas, proyectos como conductores de conocimiento e identidades, artistas como Alberto Fabbian y Paola Amabile que utilizan los procesos de diseño para crear un impacto positivo mediante la transferencia de contenidos que se pueden compartir de varias formas, ya sea como objetos o situaciones por medio del trabajo artesanal, así como objetos tangibles y asombrosos como una serie de mesas cuyas patas atraviesan la tapa para cambiar su función por la de floreros o candelabros, creación de Annebet Philips, hacen de este evento un verdadero espacio para  comprobar que nada es imposible de concebir en el  infinito mundo del diseño.
Cuatro áreas de diseño, 72 locaciones, mil 800 diseñadores, más de 300 eventos y seminarios así lo confirman.
“El diseño conecta a compradores y creadores y debería inspirar para hacer el bien”, destaca la diseñadora Doreen Westphal. Serán nueve días a partir del 19 y hasta el 27 de octubre dedicados exclusivamente a un oficio que no para de reinventarse diariamente.
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