Una casa vanguardista en Ecuador que integra agua y vegetación en su arquitectura
Vía V2com / octubre 6 - 2025

Ubicada en las afueras rurales de Quito, esta obra recibe el nombre de Una Casa en los Andes, una residencia privada que reconsidera la relación entre la arquitectura, el paisaje y los materiales. Construida a partir de la tierra que desplaza e integrada en un terreno esculpido, la vivienda se desarrolla en tres niveles, organizados por una plataforma móvil. Su claridad espacial y su envolvente de tierra porosa reflejan un enfoque realista y receptivo a la vivienda contemporánea.

El proyecto, que se alza sobre montículos esculpidos de vegetación nativa, se define por una estrategia paisajística que evoca la topografía local y la naturaleza salvaje de las tierras altas. El acceso procesional está tallado en los montículos, revelando muros de tapial y haciendo referencia al Chaquiñán, senderos ancestrales que se utilizaban para recorrer la accidentada geografía andina. Este enfoque coreografía el movimiento a través del terreno, dando lugar a un umbral hundido y una secuencia seccional inmersiva.

La arquitectura de la casa
Desde la distancia, la casa, diseñada por CORREA+FATEHI | ODD, se presenta como un monolito vertical compacto, discreto y con una sólida base. En el interior, la sección se organiza en torno a una plataforma móvil que recorre los tres niveles. Más que un medio de circulación, permite la flexibilidad espacial, permitiendo que los programas se adapten, se fusionen y se reconfiguran con el tiempo y el uso.

En el segundo nivel, la arquitectura se abre hacia una meseta de césped y agua: una piscina interior y un jardín exterior divididos por ventanas practicables, uniendo paisaje e interior en un solo gesto. En esta obra la tierra excavada se compacta para formar muros de tapial y se moldea para formar un único módulo de adobe a medida.

Además, la fachada transpirable y ventilada modula la temperatura y la luz, proyectando sombras intrincadas que evolucionan con el sol. Por la noche, emite un brillo suave y poroso que transforma la masa monolítica en atmósfera. Al construir con el propio suelo sobre el que se asienta, la casa se convierte en una extensión tanto simbólica como material del paisaje.

A través de la transformación del terreno en forma, Una Casa en los Andes se vuelve inseparable de su emplazamiento, definido por la profundidad de sus secciones, la sensibilidad ambiental y la continuidad material.

Su arquitectura emerge no como un objeto impuesto al terreno, sino como un sistema espacial en armonía con sus contornos y condiciones. La forma, el ritmo y la atmósfera se extraen directamente del propio paisaje, creando una vivienda arraigada en el lugar, sensible al contexto y compuesta con una serena intencionalidad.