En armonía con su entorno a lo largo de la costa del estado de Baja California Sur, en México, esta casa de vacaciones abarca belleza y durabilidad en su concepto arquitectónico. Sus muros de concreto, personalizados con el color de la arena de la playa donde está implantada, tienen una textura ondulada que se va transformando con los cambios de la luz natural al pasar las horas.

“A medida que te acercas a la propiedad —señala Sharon Okada, directora sénior de proyectos de Walker Warner Architects, firma responsable del diseño de esta vivienda— te recibe el relajante sonido del agua, que te lleva al patio central y hacia el océano”. 

En esta casa, el agua fluye bajo la puerta de teca desgastada y paneles de bronce tallado, hecha a mano. Justo después de pasar el umbral de acceso, se descubre cómo este elemento natural desciende hacia un espejo de agua que marca el camino que hay que seguir.

“En un día de fuertes vientos, los árboles dejan caer delicadas flores que flotan alrededor de los adoquines de piedra. Tus pasos se hacen más lentos y la mente y el cuerpo te siguen”, comenta Sharon.

Para complementar esta propuesta arquitectónica, que busca resaltar el entorno circundante, contaron con la colaboración de la compañía Lutsko Associates, que se encargó de la parte del paisajismo.

La arquitectura de la casa

La estructura, sus muros y la orientación de esta casa trabajan juntos para resistir de manera eficiente las fuertes tormentas y los huracanes estacionales. Con un marcado respeto por el contexto cultural, este estudio de arquitectura californiano propuso un diseño en el que se reinterpretan los patios tradicionales mexicanos y las formas arquitectónicas típicas de la región, pero con un acercamiento más contemporáneo.

“Para que la arquitectura esté en armonía con el medio ambiente, utilizamos un concreto que combina con el tono de la arena y las piedras locales. Este lo vertimos en capas, creando sutiles cambios de color y formas orgánicas. La mezcla final tiene una calidad dorada suave, con largas rayas onduladas en su superficie”, explica Greg Warner, director de Walker Warner Architects. 

El patio actúa como el corazón de la casa, combinando las líneas entre las vidas interior y exterior mientras enmarca amplias vistas del océano Pacífico. La arquitectura es refinada y se mezcla con el entorno, a la vez que los interiores ofrecen un contraste divertido con colores vibrantes y patrones atrevidos. En su interiorismo, realizado por el diseñador Ken Fulk, cada detalle tiene una calidad bañada por el sol, integrando la arquitectura con su contexto natural.

En esta casa, los espacios al aire libre fluyen perfectamente entre sí bajo el refugio de una pérgola tejida. “Ya sea en la comodidad del interior o tomando el sol en el exterior, siempre se estará inmerso en la belleza del entorno”, manifiestan los arquitectos. Colindante con la playa, la piscina infinita tiene un acabado en tono oscuro para reflejar el cielo, generando una atmósfera tranquila y pacífica en esta zona al aire libre. 

Por último, Greg Warner agrega que “elegimos deliberadamente materiales que reconocen lo que la naturaleza les hace a lo largo de los años, como el concreto texturizado en todos los volúmenes”. Gracias a esto, con el paso del tiempo esta vivienda de descanso tomará un nuevo aspecto, y mostrará en sus acabados los momentos vividos por sus habitantes. 

Cinco puntos para destacar

1. El concreto de los muros tiene un tratamiento especial para darle un color similar al de la playa donde está implantado el proyecto.

2. El agua es un elemento muy relevante en la arquitectura, incluso fluye bajo la puerta de acceso para llegar a un espejo de este líquido, que marca el camino que hay que seguir. 

3. La arquitectura propuesta para esta casa es una reinterpretación contemporánea de los tradicionales patios mexicanos.

4. El patio es el corazón de esta vivienda, pues articula la vida entre el interior y el exterior. 

5. La piscina tiene un acabado en un tono oscuro para que refleje el cielo.