El trabajo en arquitectura y diseño del español Ramón Esteve representa un encuentro armónico entre el espacio construido y el entorno donde se inscribe la obra. “La búsqueda de la relación entre contenedor y contenido lo ha conducido a diseñar también mobiliario, haciendo que quienes viven sus espacios entiendan con mayor facilidad el lenguaje arquitectónico”, afirma su equipo de trabajo en la ciudad de Valencia.

Esteve se graduó en 1990 de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid (ETSAM), año en el que creó su propia oficina e inició sus proyectos arquitectónicos de manera independiente. Entre sus obras civiles destacadas se encuentra la vivienda unifamiliar Na Xemena, la Biblioteca Sant Josep y la cadena de hoteles de NH en Puerto Segundo, Tepa, Madrid, el Parque de la 93 en Bogotá y el NH Campo de Cartagena.

En el ramo del diseño de muebles y objetos sobresalen la chaise longue Faz, diseñada para la firma Vondom; la imponentepoltrona Oru, para la firma Joquer; las líneas Babia, Cool y Luna para la firma Gandia Blasco, y las lámparas Link y Origami, creadas para la empresa Vibia.

Sus numerosas viviendas y edificios públicos han sido construidos –en su mayoría– en la ciudad de Valencia, donde reside actualmente. Allí se encuentran el Centro Cultural Caixa Ontinyent y el Centro de Convenciones Myrtus. En el ámbito académico y sanitario ha desarrollado el Centro de Investigación Biomédica Príncipe Felipe, el Centro de Salud San Rafael, el Nuevo Hospital Universitario de la Fe, el Hospital General de Ontinyent y varias instituciones y universidades públicas.

Desde 2005 comenzó a trabajar como profesor en la Escuela Superior de Arquitectura de Valencia, suscrita al Departamento de Proyectos Arquitectónicos. Recientemente, el Instituto Valenciano de Arte Moderno dedicó una exposición monográfica a sus más de dos décadas de trabajo en arquitectura, interiorismo y diseño en mobiliario.

En busca de la armonía

Los conceptos de diseño que son transversales en todos sus proyectos son la búsqueda de armonía, la serenidad, la atemporalidad, la creación de atmósferas, la universalidad y la contextualización. Esteve considera que la armonía se genera en todo el proceso creativo desde el origen de la idea hasta su ejecución y señala, además, que es la misma idea la que va guiando ese camino. En igual medida se encuentra la serenidad, entendida como el equilibrio en la relación entre las formas dentro del espacio arquitectónico.

Como resultado de lo anterior, viene la voluntad de crear lo atemporal para que sus proyectos perduren en el tiempo. La atmósfera es, según Esteve, “una combinación feliz entre los elementos de la materia y la luz”. La universalidad, por su parte, es su apuesta por un proceso de síntesis de elementos que se alejen de identidades reconocibles. Finalmente, se encuentra la contextualización, con la cual pretende “un diálogo entre el entorno físico y cultural, como la utilización de recursos que vinculen al lugar de la obra”, señala.

Una lectura al entorno

La biblioteca Municipal Sant Josep, uno de sus proyectos más recientes, es un edificio integrado por diferentes salas: un espacio polivalente, un espacio infantil, un fondo general y un espacio para revistas, prensa y música e imagen. “El alma de la biblioteca son los libros, que acompañan a los muros que forman la estructura y que designan los espacios. El contorno da unidad y engloba todos los ámbitos y las ramificaciones de estanterías contornean un distribuidor central donde desembocan las diferentes áreas”, comenta Esteve.

La edificación se integra con el exterior a través de unos patios poligonales en su fachada, que tienen la particularidad de generar vistas cruzadas entre las instancias y una vista panorámica hacia el entorno. El manejo de la iluminación permite crear una atmósfera envolvente que incita al recogimiento y a la lectura. El diseño esencial de Ramón Esteve

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