Terroso y aireado. El apartamento está ubicado en Praga, República Checa, en un edificio de apartamentos de la década de 1970, que a primera vista llama la atención por su arquitectura brutalista, diseñada por el arquitecto Karl Filsak, y una serie de ventanas de guillotina.

Sencilla y sobria, esta podría ser la lectura de esta cocina, que parece a primera vista un cuadro de arte. La línea de su diseño está hecha en roble, que se complementa con una losa de hormigón con piedras de color marrón oscuro. La isla del lugar también tiene el mismo diseño. Lo llamativo de esta zona del apartamento es la forma artesanal en que trabajaron la piedra y el concreto, creando con estos materiales piezas únicas y personalizadas.

Las tonalidades de la piedra y el hormigón, siendo estos materiales fríos, junto con la calidez del roble, proporcionan un equilibrio armonioso en este bello apartamento moderno.

A la vista en la sala y el baño están las columnas de hormigón que forman la parte portante de la estructura del edificio. Otro cambio de disposición provino entonces de la solicitud del cliente. Deseaba un baño más generoso. Por eso los arquitectos lo ampliaron a expensas de la sala técnica. Además, se sustituyeron los espacios de almacenaje por un conjunto de armarios empotrados en el pasillo y aprovechamos de forma adecuada el paso innecesariamente ancho.

Los espacios del apartamento además de la cocina

El apartamento está dividido en una sala de estar, donde el énfasis está en la apertura y la ligereza. El paso de la luz y el aire asegura la entrada de la fachada entre el dormitorio y la sala de estar. Y también los travesaños de vidrio: los usamos sobre todas las puertas y además se ubicaron en el baño y el inodoro.

El baño está diseñado en colores más oscuros. La intimidad de estos espacios también está respaldada por sanitarios de acero inoxidable.

Sus diseñadores conectaron ambas partes con un piso de roble y una solera de hormigón. El piso de madera también se usa en el dormitorio y la sala de estar. El suelo de madera y la solera van debajo de la isla de la cocina, separando así la parte trasera del apartamento del fondo técnico y de comunicación.

Todo el espacio está equipado con muebles hechos a medida. En algunos lugares, el blanco pasa desapercibido, mientras que en otros domina el roble oscuro, especialmente en las áreas expuestas.

Otro material adicional es la chapa, que está en todas las habitaciones. Ya sea en forma de estantería, sillas de bar o mesitas de noche. Los colores neutros hacen resaltar las obras de arte que cuelgan de las paredes y aportan color a todo el interior.