Bajo el concepto de coliving, visto como un estilo de vida que nace a partir de las nuevas economías colaborativas –tan conocidas gracias a los prolíficos coworking–, abre sus puertas en Torre Barcelona, The Spot, en el centro de Bogotá. Su propuesta se basa en un espacio privado con los elementos necesarios para vivir plenamente, donde se comparte lo que utilizamos de manera esporádica, como las zonas de recreación, salas de estudio o trabajo y servicios como lavandería, limpieza y mantenimiento.

The Spot se concibió a partir de la forma de pensar y vivir de los millennials y centennials. “Jóvenes de espíritu libre, que valoran la posibilidad de estudiar o trabajar desde cualquier parte, aprovechando las nuevas tecnologías, y que les dan más valor a las experiencias que a los objetos”, explican los desarrolladores de este complejo residencial, Grupo Solerium, Construcciones Arrecife y Torre Barcelona S.A.S. Esta iniciativa busca que sus habitantes compartan momentos con personas afines a sus gustos, para que puedan disfrutar de la ciudad sin estar inmersos en los trancones o en monótonas rutinas.

Por otra parte, una de las facilidades de esta forma de habitar es tener que pagar solo una factura mensual, que incluye alquiler, administración, servicios públicos, internet, televisión, limpieza y, si se desea, alimentación. Además, la flexibilidad en los contratos permite cancelar solo el tiempo que se utiliza la vivienda. Todo esto tiene como objetivo reducir el estrés de las personas e incrementar su calidad de vida. A diferencia de otras ofertas, The Spot no limita sus unidades habitacionales a estudiantes. Este proyecto está pensado para ser ocupado también por emprendedores, ejecutivos, profesores, turistas o visitantes por cortos periodos.

Una torre de experiencias

Tan pronto la persona ingresa al centro de Bogotá percibe un edificio de 28 pisos con la fachada decorada por un inmenso grafiti, uno de los más altos de Colombia, con 98 metros de altura, compuesto por cinco caras de niños de las distintas regiones del país. Al ingresar a The Spot, una amplia recepción anticipa el estilo de arquitectura del complejo, donde materiales honestos como el concreto y la madera recubren paredes y se mezclan con tonos como el amarillo y el morado. Sus unidades habitacionales son estudios entre 17 y 27 metros cuadrados con baño y cocina privados. Se encuentran tres tipologías: las premium, con vista a la ciudad; las standard, y las twin, para quienes desean compartir. Son un total de 426, que permiten acomodar a más de 500 personas.

En el nivel 17 están los principales espacios de ocio y recreación. Allí se encuentran tres terrazas con vistas al occidente de Bogotá y a los imponentes cerros orientales. Una piscina climatizada, jacuzzi, BBQ y una zona social invitan a disfrutar los atardeceres. En este mismo piso también están dispuestos gimnasio,  sala de yoga y pilates, área de juegos con mesa de tenis, maquinitas y billar, un cine, un cuarto de videojuegos, un minimercado, un cooking lounge –donde los inquilinos pueden cocinar en grupo o atender las clases de cocina que ofrece el operador– y un restaurante. En cada piso el complejo tiene salas provistas de equipos e iluminación para actividades estudiantiles y laborales, así  como ambientes para estudio en grupo o individual, y salones de música, lectura y arte. Este coliving cuenta, además, con áreas de servicio para que no haya necesidad de salir del edificio, como zona de lavandería, bar y depósito de maletas. The Spot ofrece un estilo de vida pleno sin tener que abandonar sus inmediaciones, algo que en la actualidad se ha demostrado trae muchas ventajas.