Los diseños de Dixon arribaron a Colombia este año de la mano deZientte. Nicolás Vergara, director de proyectos institucionales de la firma nacional, señala: “No solo innova en los productos que desarrolla, sino también en su modelo de negocio. Probablemente es de los pocos diseñadores que tienen su propia línea, la cual produce y comercializa. Ha logrado niveles de calidad a precios competitivos en Inglaterra, Europa del Este y Asia. Su sistema logístico es impecable”.
Nacido en Túnez, a sus cuatro años su familia se trasladó a Inglaterra, donde actualmente está radicado. El primer acercamiento con el diseño lo tuvo en 1978 con la Chelsea School of Art de Londres, la cual abandonó.
Tras un accidente en moto y unos meses en el hospital, empezó a tocar el bajo en una banda llamada Funkapolitan y en su tiempo libre “se dedicaba a experimentar con la máquina de soldar de un amigo, con la que convertía trozos de metal en atractivos objetos”, emblemáticas, la silla S (1987), fabricada con estructura de acero blando soldado y trenzas de juncos o de fibras tapizadas en látex.
La silla S fue producida por la firma italiana Cappellini y tuvo un gran reconocimiento de la prensa internacional especializada, por ello forma parte de la colección permanente del Museo de Arte Moderno de Nueva York. Una década más tarde entró como jefe de diseño de la firma Habitat, del Reino Unido, hasta la apertura en 2001 de la compañía que lleva su nombre.
Entre los diseños más recientes de Dixon están las lámparas ETCH, que cautivan por la experiencia que genera ese juego entre texturas y sombras, y la línea FAN, una familia de objetos inspirada en un ventilador e integrada por una mesa de centro, una silla de comedor y una silla de sala. AXXIS habló en exclusiva con él.
¿Cuáles han sido los momentos claves de su carrera?
“Haber trabajado en el negocio de los clubes, en la industria de la música y en el retail me dio una actitud diferente frente a muchos otros diseñadores. Aparte de esto, un momento clave fue el descubrimiento de la soldadura en el comienzo de mi carrera. Otra gran experiencia de aprendizaje fue colaborar con la firma italiana Cappellini en los años ochenta y más adelante con Habitat”.
¿Qué lo inspira en los proyectos que desarrolla?
“Me interesan la ingeniería, la escultura, la cocina, la música y todo lo que afecta mi pensamiento como diseñador. Al final, me gusta tener nuevas ideas y ver si puedo comercializarlas. Creo que es un gran trabajo el ser capaz de ver una idea que se lleva a la realidad”.
¿Cómo inicia un proyecto de Tom Dixon? ¿Qué aspectos considera de vital importancia en las diferentes etapas del desarrollo de un diseño?
“Cada proyecto tiene un punto de partida diferente. Obviamente estamos muy interesados en los materiales de primera, en los procesos de fabricación, en la funcionalidad y en el potencial comercial, pero a diferencia de la mayoría de los diseñadores, busco construir mi propia infraestructura, lo que me da mayor libertad de decisión y poder arriesgar en nuevos productos o tipologías solo porque se siente bien”.
¿Cuáles fueron las principales lecciones en el desarrollo de proyectos para las grandes firmas?
“Trabajar con los italianos me enseñó el valor del diseño en la industria y cómo el proceso de desarrollo del producto puede mejorar una idea”.
De sus diseños, ¿cuál es su predilecto?
“Estoy casi siempre insatisfecho con mi producción anterior y mucho más interesado en el próximo proyecto”.
¿Tiene planes para los próximos cinco años? ¿En qué tipo de proyectos le gustaría participar?
“Me encantaría diseñar algunos productos que hagan una diferencia real en el mundo; también hacer más arquitectura o ingeniería civil, como puentes y túneles”.