Este proyecto fue concebido por el estudio de diseño AB-Architects. Es un piso clásico ubicado en un antiguo edificio de la zona de implantación (Viena, Austria). Fue transformado de forma magistral en un refugio contemporáneo para una familia joven.

Se trata de un apartamento con una generosa superficie de 284 metros cuadrados que ha sido cuidadosamente rediseñado para satisfacer los gustos y necesidades de una joven pareja. La obra incluye una amplia sala de estar, comedor, cocina, dos habitaciones de invitados que pueden convertirse en habitaciones para niños si es necesario y una suite principal con cuarto de baño, lavadero y vestidor.

Los diseñadores en esta obra se han encargado de fusionar lo clásico y lo moderno conservando el encanto de la historia al tiempo que incorporan la funcionalidad en cada espacio. Esto es algo que se puede apreciar en los acabados y terminaciones del lugar, por ejemplo, en los relieves de las paredes, en la serena paleta de colores que se estableció para los espacios o el uso de materiales naturales como la piedra, el yeso, la madera y el metal.

Además, el mobiliario de marcas italianas de renombre como Edra, Flexform, Baxter y Poliform se encargan de añadir un toque de sofisticación.

Sobre la distribución del apartamento

Los espacios originales del apartamento se encontraban divididos de forma práctica, lo que garantizaba que la funcionalidad no se viera comprometida. Todas las habitaciones, incluida la suite principal, cuentan con una buena organización que les permite gozar de un amplio espacio.

Mientras tanto la cocina se fusiona con el salón y el comedor para crear una espaciosa zona común, así, una esquina del espacio se ha convertido en una habitación de invitados independiente, que también puede servir de despacho.

Los altos techos de hasta 3,7 metros han permito al equipo de diseño aumentar el espacio útil de la cocina considerablemente. La parte superior de este lugar del apartamento, está reservada a los objetos de poco uso, mientras que el espacio de almacenamiento principal consiste en una gran isla que permite acceder a la vajilla y otros objetos desde cualquier lado.

Este inteligente diseño permite a los arquitectos crear una especie de nicho revestido con piedra de mármol travertino generando distintos tipos de iluminación. Lo que hace apreciar detalles funcionales y estéticamente agradables en el comedor, el salón y la cocina.

La paleta de colores es clara y sutil. El uso de piezas de mobiliario contrastadas, ligeras y atrevidas se encargan de añadir un toque dinámico. Esto se aprecia en el hall de entrada, donde un sofá Edra se yuxtapone con sillas Baxter junto a cubos de acero de Casa Milano, y en la cocina, donde se ubica una gran pieza de mármol travertino.

Los retos de la obra

A pesar de los retos planteados por la pandemia de Covid-19, que impidió que algunos personas se incorporaran al proyecto paralizando el trabajo en varias fábricas, los arquitectos y diseñadores de la empresa consiguieron terminar la obra en el plazo previsto.

La imposibilidad de conectar a algunos contratistas con el proyecto y los paros en varias fábricas alteraron el calendario de trabajo y ralentizaron el proceso de obra. Otra dificultad fue la incorrecta instalación de los muros originales, algunos de los cuales estaban gravemente deformados.

Debido al particular diseño del antiguo edificio, no había ángulos rectos en el piso. Esto obligó a revisar la geometría del espacio y a rehacer casi todas las paredes. Como consecuencia, el volumen de las obras superó los cálculos iniciales. Sin embargo, los arquitectos y diseñadores de la empresa hicieron todo lo posible para que el cliente viera su piso totalmente listo a tiempo, incluyendo la fontanería, los muebles y los objetos de arte.

Gracias a la habilidad de los diseñadores, cada zona de la casa no sólo se hizo funcional, sino que adquirió un carácter único. La planificación estratégica y la atención al detalle dieron como resultado un espacio unificado y atractivo. Este apartamento se ha convertido en un excelente ejemplo de cómo lo clásico y lo moderno pueden combinarse y enriquecerse mutuamente.

Detalles de la transformación de la obra

Siendo así, el resultado es un espacio único que no sólo es funcional, sino que también desprende un carácter distintivo. Este apartamento es un brillante ejemplo de cómo pueden coexistir elementos clásicos y modernos, enriqueciéndose mutuamente.

Uno de los deseos del cliente era un sofá enorme y cómodo en el centro del salón. El sofá elegido fue el Edra On the rock, diseñado por el italiano Francesco Binfaré en 2004. Este está modelado con grandes piedras pulidas por las olas del mar y concede al interior de la obra un aspecto majestuoso, casi escultórico.

También hay muebles de esta firma italiana en otras estancias. La pieza central del hall de entrada es una composición de sillón sobre la que se instaló un espejo Baxter, que añade luz y perspectiva al espacio.

En el dormitorio principal, de 6 metros cuadrados, el espacio se organizó de forma original. Para acercar la cama a la pared donde está la televisión, se instaló una pared de cristal con una rejilla metálica entre los paneles. Esto permitió dividir la habitación y, al mismo tiempo, crear un expositor central, como de museo, justo en el corazón del dormitorio.

Además, detrás de la pared hay un tocador para cosméticos, esto permite mantener al máximo el espíritu minimalista. El mueble bajo el televisor es de placas hechas de yeso y está revestido de piedra.

Se prestó gran atención a la iluminación del apartamento, por ello se instalaron numerosos aparatos de iluminación en las habitaciones según los distintos escenarios: focos en el techo, lámparas de araña sobre la mesa, iluminación localizada para cortinas, estanterías y relieves, así como focos dirigidos que resaltan determinados elementos y crean una atmósfera teatral.

En los pasillos se han instalado toboganes con dos tipos de luz: focos que iluminan los cuadros y el estuco, y luces LED lineales que iluminan toda la zona. Gracias a un sistema domótico, todas las luces están conectadas a un único interruptor, lo que permite programar diferentes ambientes. También es posible controlar fuentes de luz individuales mediante una aplicación móvil o paneles murales.

Desde el piso a la calle, hay altas ventanas rectangulares tradicionales de Austria, con su clásica interpretación en madera, a las que se han añadido ménsulas blancas. Un toque de solemnidad a la residencia lo aportan dos ventanas arqueadas con acceso al balcón.