Laura Casas es una diseñadora de interiores colombiana formada en Milán, Italia, y en Barcelona, España. Su firma, Laura Casas Holistic Studio, ubicada en Bogotá, se dedica a intervenir y diseñar inmuebles desde una mirada enfocada en el cuidado de la salud mental a través del espacio. Así, su trabajo busca influir positivamente en la calidad de vida de los clientes mediante el uso del color, la iluminación y los materiales.

Este apartamento, ubicado en el sector del Chicó, Bogotá, fue para ella un encargo atípico. Sus habitantes ‒una pareja joven, amiga de la diseñadora‒, no querían saber nada del proyecto antes de su ejecución, deseaban que el resultado fuera una sorpresa. 

Pareciera la situación ideal para un diseñador, pero en realidad está muy lejos de serlo, pues el diálogo constante entre cliente y profesional es fundamental en este tipo de procesos para que quien diseña tenga los insumos suficientes. Sin embargo, el acuerdo en este reto consistió en que los propietarios se irían de viaje mientras Casas concebía e implementaba el proyecto.

La intervención no hizo cambios en la arquitectura del inmueble, de tal forma que no fue necesario incurrir en obras civiles de demolición y construcción costosas y demoradas. El foco estuvo en el mobiliario, la pintura y la decoración. 

La concepción del diseño de los espacios

Uno de los pilares para establecer un camino de trabajo fue materializar la personalidad de cada habitante. De esta manera, los espacios vinculados a ella se relacionan con la meditación, y los de él, con la música. Esta mezcla finalmente logró un hilo conductor en el diseño, donde el ambiente sosegado del apartamento es salpicado por detalles inusuales e instrumentos musicales que hacen las veces de objetos decorativos. Incluso, un letrero de neón en la sala, con una frase significativa para la pareja, recuerda los bares de rock de la ciudad.

Todo esto hace que la propuesta de Laura Casas explore la idea de una domesticidad lúdica. Usualmente, estos ejercicios de decoración se orientan al ensamble de una atmósfera tranquila. En otras palabras, asociamos la tranquilidad a lo hogareño. Pero aquí, el sentido de calma es atravesado por el juego. Desde butacos con pedales de bicicleta adaptados, hasta el uso de colores vivos, pasando por el diseño de la iluminación. El esparcimiento está presente en cada espacio.

Por otro lado, la diversidad de cada uno de los diferentes ambientes hace que el proyecto no se sienta monótono o repetitivo. El uso de materiales cálidos en una alcoba contrasta con la aplicación de franjas de color en otra, mientras la sala se define a partir de un fondo gris que admite la multiplicidad cromática de los objetos que la decoran. Conectado con una terraza al aire libre aparece un estudio de grabación musical con tratamiento acústico, donde el trabajo se conjuga con el ocio gracias a este espacio exterior.

Este proyecto, diseñado y ejecutado en un tiempo muy corto, recoge la amistad entre la diseñadora y sus clientes para traducir sus gustos en un espacio que hace un matrimonio entre ambos. Lejos de procurar un lugar neutro, propone un espíritu alegre, en el que la cotidianidad ocurre entrelazada entre la calma y el juego, entre la serenidad y el humor.

Cinco puntos para destacar

1. El trabajo de Laura Casas busca crear espacios que contribuyan a la salud mental de sus habitantes.

2. Los clientes querían que el resultado del proyecto fuera una sorpresa y no participaron del proceso de diseño.

3. No se hicieron modificaciones que implicaran obra civil, todo se realizó a través de la decoración.

4. El diseño es atravesado por un sentido lúdico.

5. La diversidad en cada espacio se logra al basar el diseño en la personalidad de sus habitantes.