“Con nuestros diseños, buscamos que lo cotidiano y el día a día sean más memorables y auténticos”, explica Carlos Garzón, arquitecto con magíster en Estudio y Restauración del Patrimonio, así como director creativo y fundador —junto con Juan Camilo Serna— de la firma Ochoinfinito.

Este bogotano, de raíces pastusas, desea aportar a la consolidación de una identidad del diseño colombiano “a través de nuestra forma y método de hacer diseño de autor. Proponemos muebles y objetos que trazan un referente entre lo artístico y lo utilitario”. En su obra, Garzón valora y respeta las técnicas y maestrías artesanales, mezcladas con una visión contemporánea. 

Así mismo, explica que sus colecciones, compuestas por objetos y mobiliario, parten de tener un conocimiento claro del territorio nacional, tanto de su geografía como de su patrimonio cultural, para realizar estudios de la forma y su origen, que les permitan “experimentar y reconocer el valor cultural del saber artesanal. Cada una de nuestras piezas busca ser un registro documental”. 

Los detalles de Ochoinfinito

Por ejemplo, su línea Pomología, uno de sus más recientes lanzamientos, explora frutos típicos del país, como la pitahaya, el anón y el carambolo, para generar por medio del dibujo una abstracción de sus formas y partes, que luego se traducirá en patrones gráficos que plasman tanto en piezas artesanales —hechas por maestros artesanos—, como en mobiliario, textiles, platos y fine art, entre otros. 

Con ventas nacionales e internacionales, desde Ochoinfinito ven el futuro del sector colombiano lleno de nuevos procesos y miradas innovadoras. “Debemos seguir una línea muy cercana a la búsqueda de la originalidad para lograr una verdadera autenticidad, ya que es la única manera de consolidar una industria nacional”, precisa Garzón.