Este apartamento está situado en el último piso de un edificio de apartamentos construido a principios del siglo XX. Los techos son altos y las ventanas tienen parteluz. El edificio tiene su encanto, pero su diseño contaba con una distribución inadecuada para el uso actual.

Por este motivo, los propietarios querían crear una sala de estar espaciosa y aireada donde pudieran reunirse cómodamente. Al mismo tiempo, el desafío de la obra era crear rincones privados más pequeños para todos los miembros de la familia. 

Con esto en mente la firma encargada del proyecto, Plus One Architects, buscó el diseño durante mucho tiempo, creando una gran cantidad de variaciones, pero a través de un proceso largo y persistente llegó  a una versión final que complació tanto a los propietarios como a los arquitectos.

Del trazado original sólo quedaron los muros de carga, pero ni siquiera éstos se escaparon de las intervenciones del apartamento. Desde la entrada, el espacio habitable se extiende por todo el diseño y se puede ampliar fácilmente para incluir un dormitorio u oficina. 

Este último es pasante por dos lados con cortinas en todo el perímetro para garantizar la intimidad. La otra mitad del apartamento pertenece a la habitación y al baño de los niños. La superficie de la habitación de los niños no era del todo generosa por lo que esta era una desventaja que se compenso suficientemente con el suelo para dormir oculto encima del armario. 

Sobre el nuevo diseño del apartamento

La ventana junto a la cama sirve para una mejor circulación del aire pero también para la comunicación con otros miembros de la familia. Además, el baño se diseñó con un estilo minimalista y fue tremendamente perforado para acomodar todo lo necesario para una familia joven.

Además, un toque especial de la arquitectura del espacio es una “ligera sorpresa” pues al entrar en el apartamento se puede pensar en la ausencia total de luces en el techo, con la única excepción de que al visitar este ambiente las personas se percatan de la existencia de una lámpara de araña situada encima de la mesa del comedor. 

El resto de luces se integraron en el mueble, la fuente de luz no es visible y su intensidad se ajusta al momento del día o de la noche. La iluminación, tan a menudo subestimada en este apartamento, ha sido elegida con gran sensibilidad, con gran iniciativa por parte de los propietarios, y el ambiente resultante es agradable en cualquier estación y hora del día.