Hoy en día la cocina es, sobre todo, un ambiente multifuncional. En la medida en que la vida del hogar tiende a centrarse en este lugar, y en un mundo en el que las viviendas son más pequeñas, estas deben diseñarse para ser versátiles y funcionales.

Su diseño plantea diversos retos, adicionales a las obvias prestaciones prácticas requeridas por su uso. Está claro que su propuesta debe ser funcional, para permitir que la preparación de los alimentos sea una actividad cómoda y agradable. Encuentre aquí algunos ejemplos que, a nuestro parecer, desarrollan bien estos conceptos.

1. Una cocina equipada

La isla es la indiscutible protagonista en esta cocina. Su generoso tamaño le permite tener diversas áreas de trabajo y una barra para acomodar múltiples comensales. Compañías como La Cuisine Appliances entran en escena. 

“Nuestra pasión por el buen vivir y las artes culinarias comenzó con una idea: brindar alegría al cocinar en interiores o exteriores para familiares y amigos”, afirman desde la empresa, que en 1995 abrió su primer showroom en Miami (Estados Unidos). 

Además, esta cocina está equipada con electrodomésticos de la firma Thermador. La tapa de mármol de su amplia isla remata en un módulo —recubierto por el mismo material—, donde ubican quemadores con distintas potencias para realizar diversas preparaciones.

Las butacas en cuero transforman este espacio en una barra de alta capacidad, mientras un extractor en el centro da luz a una estufa que trabaja por inducción. 

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2. El centro de la renovación de la casa

La distribución del primer piso de esta casa se planteó para privilegiar la cocina. El éxito fue lograr integrarla al resto del espacio, de manera que el paso entre este ambiente y el resto de áreas es casi imperceptible.

Para conseguir que la cocina se integrara al resto de la casa rediseñaron la distribución del primer nivel, con el fin de que fuera completamente abierto. La parte trasera de la planta ahora se conecta con el patio interior, lo que le da al lugar muy buena iluminación. Así, la cocina le aporta carácter al espacio y lo hace ver más grande, pues solo tiene un poco más de 60 metros cuadrados. 

Una barra, que funciona a la vez como isla y como mesa de comedor, es lo único que la separa del resto de la casa, logrando una transición orgánica. El uso de los mismos materiales y escala cromática es importante para integrar la cocina al lugar. La madera y el blanco le aportan la sobriedad necesaria. 

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3. Una gran isla articula esta cocina

Con una dimensión de 34,7 metros cuadrados, esta cocina suministrada por la compañía Santos está ubicada en el primer nivel de la casa, destinado a las zonas más públicas, como el comedor, un área de lectura, el salón, una generosa lavandería, una oficina, una habitación y un baño. Por su parte, el segundo piso alberga los ambientes privados, como la alcoba principal, dos dormitorios y un baño. 

En esta cocina se aprovecha el espacio a doble altura, abierto y diáfano, para potenciar su luminosidad a través de una paleta cromática en la que los tonos claros predominan, pero se complementan con una iluminación perimetral LED.

La encargada de organizar el ambiente es la gran isla, sobre la que cuelga un juego de sutiles lámparas vintage. Este tipo de elementos realzan “la altura del bloque arquitectónico, confiriéndole un carácter solemne y majestuoso”, comentan desde la compañía Santos.

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4. Con una vista especial

En general, esta casa diseñada por la firma Finne Architects está organizada en dos volúmenes principales, con la entrada acristalada situada entre los dos. El ala de dormitorios queda al occidente del acceso principal y el pabellón de estar se extiende hacia el oriente, al paisaje.

Por su parte, la mesa del comedor está situada frente a la cocina, con grandes puertas correderas de cristal que se abren a una terraza elevada con vistas al prado. En este espacio, los gabinetes de haya europea y los pisos de roble teñido de blanco se combinan con serenas paredes grises. La isla es una pieza escultórica en cuarcita blanca, con una barra de desayuno de vidrio fundido sostenida por un panel de acero cortado con láser.

El trabajo artesanal de Finne Architects se puede ver en las luminarias de acero personalizadas, suavemente onduladas, suspendidas sobre la isla de la cocina y la mesa del comedor, así como también en la barra de desayuno de vidrio fundido. 

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5. En contraste con el espacio

En el caso de esta vivienda, ubicada en el famoso barrio de Brooklyn (Nueva York, Estados Unidos), la cocina es precisamente ese lugar del hogar en el que sus dueños dieron rienda suelta a su imaginación e hicieron un esfuerzo por expresar su esencia y su identidad. Esto en contraste con otros espacios de la casa, como el cuarto principal, que son más reservados en el uso de materiales y colores, y en los que abunda la madera. 

Tras la remodelación hecha en esta histórica propiedad, en la cocina jugaron con un alto contraste entre los colores que se escogieron. De esa manera, Amy Shakespeare y Mark Gordon —directores de Shakespeare Gordon Studio— lograron que el mobiliario se diferencie entre sí y sus funciones y características sean más fáciles de identificar.

Los arquitectos trabajaron con la compañía de diseño de cocinas Reform. El diseño combina cuatro colores brillantes en los paneles de los gabinetes. Por otro lado, el roble macizo, que está presente en muchas de las áreas renovadas de la casa, también se encuentra en los paneles que sostienen el mesón de terrazo.

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6. Como si fuera un gran ‘loft’

Esta es una cocina generosa. Su área es de 48 metros cuadrados, incluyendo las zonas de circulación. “La parte de su perímetro cerrado la utilizamos para los muebles tipo torre, donde encontramos columnas de almacenamiento, vitrinas que funcionan para almacenar vajillas y cristalería, así como algunos artículos decorativos que aportan elegancia y calidad en el espacio”, asegura Mónica Franco, directora de proyectos de la firma MF Arquitectos.

Estas torres también contienen los grandes electrodomésticos de refrigeración, los hornos y las máquinas para hacer café. Todo esto se complementa con dos islas: la primera la utilizan como zona de cocción y trabajo; la segunda tiene un comedor auxiliar y, adicionalmente, es el elemento de transición entre la cocina y el comedor principal. 

Finalmente, Mónica Franco plantea una iluminación ambiental para proporcionar una luz general y uniforme a toda el área. Además, da acentos con las cintas LED, que resaltan características específicas de la cocina, como las vitrinas y las islas. 

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